Provincia de Cádiz

"De aquí sólo me voy en ambulancia"

  • Una vecina de la localidad lleva una semana acampada en la calle y en huelga de hambre

Magdalena Delgado, vecina de Puerto Real de 42 años, cumplió ayer una semana en huelga de hambre acampada a las puertas del Ayuntamiento de la localidad, en la Plaza de Jesús. Es la protesta que está llevando a cabo para pedir un trabajo que le permita sacar adelante a sus tres hijos (dos de ellos menores de edad) y parar la orden de desahucio que está a punto de ser ejecutada sobre su vivienda.

Cuando inició su huelga, las críticas se dirigían al Ayuntamiento. Considera la mujer que la selección de las 65 personas que obtendrán un contrato laboral de seis meses, a través del plan de Ayudas a la Contratación de la Junta de Andalucía, "no ha sido justa".

Ahora, tras las explicaciones dadas por la alcaldesa, Maribel Peinado, en las que insiste que "los requisitos del Plan los marca la Administración autonómica", Magdalena Delgado apela a la solidaridad. "Si es verdad que existe la bondad humana, sólo pido que me den un trabajo, de lo que sea y donde sea, para poder mantener a mi familia", dice la mujer en un grito desesperado.

La semana que ha pasado durmiendo en la calle y alimentándose a base de líquidos empiezan a pasar factura. Con la voz muy débil, explica que se despierta todos los días fatigada, con la tensión muy baja, y con dolor de estómago. Pese a ello es insistente. "No tengo ya nada que perder, de aquí no me voy hasta encontrar una solución, si abandono la acampada será en ambulancia", insiste la mujer. "Y cuando me recupere volveré, eso lo tengo muy claro", apunta.

Los profesionales del centro de salud Ribera del Muelle acuden casi a diario para comprobar cómo está. Realizan una exploración a la mujer y le informan del riesgo que corre su salud al mantener la huelga. Fue la propia alcaldesa quien alertó a los servicios médicos para que estuviesen pendientes de la mujer.

Magdalena Delgado no está sola. Desde hace unos días la acompaña Mercedes Cornejo, que vive una situación similar. Tiene 33 años, está divorciada y es madre de dos hijos menores. Hace cinco años que no trabaja y también está a la espera del desahucio de su vivienda. "He acampado con ella aunque no estoy en huelga de hambre porque una de las dos debe estar fuerte. No encuentro ayuda por ningún sitio, estoy totalmente desesperada y ya no sé que hacer. Esta es mi última opción", explica Mercedes.

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