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Provincia de Cádiz

El parricida de Ubrique dice ahora que sus hijos se mataron entre ellos

El presunto parricida de Ubrique, Juan Márquez, de 53 años, volvió ayer a declarar en los juzgados de esta localidad por el doble asesinato de sus propios hijos, Laura y Juan Pablo Márquez Fabero, de 20 y 16 años.

Procedente del centro penitenciario de Puerto 2, donde está recluido a la espera de juicio, el autor confeso de la muerte a cuchilladas de sus únicos hijos, en octubre de 2014, pisaba sobre las diez y media de la mañana de ayer el Juzgado de Primera Instancia de Ubrique para declarar ante la jueza que instruye el asunto y cambiar radicalmente su versión de los hechos, diciendo ahora que sus dos hijos se mataron mutuamente. Juan Márquez está acusado del doble asesinato de sus hijos, cuyos cadáveres fueron hallados la madrugada del 7 de octubre de 2014 en su domicilio, tras recibir varias heridas con un puñal de caza de grandes dimensiones después de una fuerte discusión. El supuesto agresor huyó herido a los pocos minutos hasta un monte, a las afueras del pueblo, donde la Guardia Civil lo atrapó a las pocas horas, realizando éste una primera declaración, en el cuartel de Villamartín, donde se autoinculpó de los hechos.

Pues bien, el supuesto parricida realizó ayer una nueva declaración a petición propia. Según fuentes cercanas a la acusación particular, el parricida cambió radicalmente su versión de los hechos. Así, el padre dijo a la jueza encargada de la fase de instrucción que la noche de la tragedia "escuchó a sus hijos discutir porque el oro que tenían en la casa había desaparecido y se encontró a los dos hermanos peleándose, y terminaron apuñalándose mutuamente, lo que provocó que saliera él despavorido de la casa con intención de quitarse la vida", según ha contado un portavoz de la familia materna, personada como acusación. "Es rocambolesca, irreal y una barbaridad que no hay por dónde cogerla", lamentaba un tío de los fallecidos.

Este periódico ha podido saber que la sangre de la camisa manchada del padre se corresponde a la de los hijos y el puñal de caza con el que supuestamente acuchilló a los jóvenes sólo contiene huellas de él, según las pruebas de cargo que existen. Al parecer, el presunto autor quiso desdecirse ayer, también, de la primera declaración que realizó tras ser apresado y en la que se inculpó, argumentando que realizó la misma bajo presión de la Guardia Civil, a la que supuestamente acusa de haberle pegado. "Una versión que nada tiene que ver con lo que le contó, en una primera instancia, a un funcionario, al que dijo que se había autolesionado en una pierna. Es más, tras ser apresado fue llevado hasta el hospital de Villamartín y no hay parte médico en el que se recoja este supuesto", añaden las mismas fuentes.

Hay que recordar que la relación del padre con los hijos se había enfriado por cuestiones económicas tras la muerte de la madre. También la disputa del domicilio familiar y una nueva pareja del progenitor, de origen magrebí, habría deteriorado la misma. Este periódico ha podido saber que Márquez relató ayer que esta mujer llevaba viviendo un mes y medio en la casa familiar antes de que se produjera el fatal suceso. Un extremo que se contradice con la primera versión de ella que, en calidad de testigo, testificó en su día que no había residido en esta vivienda de la calle San Sebastián, donde se produjeron las muertes. Un documento certifica que estaba empadronada en ese domicilio desde el 10 marzo de 2014, con lo que será llamada nuevamente a declarar en abril.

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