Turismo Cuánto cuesta el alquiler vacacional en los municipios costeros de Cádiz para este verano de 2024

Papel de oficio

Luis Suárez Ávila

S.D.M.

DE toda la vida, el Santísimo Sacramento ha sido Su Divina Majestad Sacramentada. Eso responde a lo de "Rex regum", o sea, Rey de Reyes. Aunque Cristo dejó patente que su reino no era de este mundo, hay gente que teme que lo sea. Por ejemplo, Pilatos; por ejemplo, Carmen Chacón; por ejemplo, Rodríguez Zapatero; por ejemplo… Y no acabo. En los enganches de carruajes, hay dos que son "a la larga real" y "a la potencia real", que llevan cada uno ocho caballos para el Rey. Cuando se le añadía un "pericón", tenían nueve y, entonces, se les llamaba a la larga real o a la potencia real, "reservadas al Santísimo Sacramento". He visto estos enganches en el Corpus Christi de Granada y lo hubo en Sevilla, con la carroza de respeto que para el Santísimo Sacramento sacaba la Colegiata del Divino Salvador y que está hoy en los andenes de entrada del Alcázar sevillano. Son detalles de urbanidad y respeto. A S.D.M. se le han rendido honores militares, por lo menos en España, desde toda la vida. En Toledo, por ejemplo, ha habido una queja general porque, este año, Carmen Chacón, la abucheada y abroncada en Badajoz, (no lo ha sido Zapatero, porque no ha tenido lo que hay que tener para ir a Badajoz a presenciar con el Rey el desfile de las Fuerzas Armadas), había prohibido que a S.D.M. se le rindieran honores militares. Los cadetes de la Academia General de Toledo, que cubrían la carrera, también se han quejado, sotto voce, pero la disciplina militar les impide decir, a las claras, lo que piensan de la ministra. Una simple llamada del presidente de Castilla-La Mancha (PSOE) ha sido suficiente para que la ministra diera marcha atrás de medio ganchete, pero con la excusa de que se rindieran honores al Himno Nacional interpretado por la Banda Municipal, no a S.D.M., quede claro. La verdad es que S.D.M. no necesita de los honores de la sectaria y rectificante Chacón. S.D.M. tiene un coro de ángeles a los que se les llama las milicias celestiales y a San Miguel, que es el capitán. A lo mejor, si Chacón se entera, henchida de soberbia y de mando, es capaz hasta de ordenarles: "¡Capitán, mande firmes!" Cosas más raras se han visto.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios