SE ha montado una polémica pública por la retirada de banderas azules a nuestras playas, galardón que otorga una fundación privada, que hasta ahora se basaba en los informes de los ayuntamientos, plagados de omisiones y falsedades. Era de prever. La EDAR Las Galeras lleva años vertiendo aguas residuales sin una depuración adecuada, como vienen demostrando los ecologistas en base a analíticas de laboratorios acreditados. ¿Qué han hecho los responsables del Ayuntamiento y de Apemsa? Nada. Seguir pagando a Aqualia-FCC unos 3 millones de euros al año por su nefasta gestión. ¿Qué hizo el anterior director gerente Juan Campos? Nada; ahora cobra de Apemsa 128.000 euros al año no se sabe muy bien por qué. ¿Qué hizo el "inspector" de vertidos Antonio Caraballo? Nada; pero FCC contrató a su hija.

¿Qué hizo Candón cuando la Plataforma "Apemsa no se vende" le denunció reiteradamente estos vertidos con profusión de analíticas? Nada; pero Bornes nos amenazó con una querella que no se atrevió a presentar; y FCC alimentando la caja B del PP.

Ahora todos claman por la pérdida de banderas azules, pero callaban cuando los ecologistas hacíamos público el informe de banderas negras, otorgando una a Las Murallas y a La Calita por los vertidos contaminantes de la EDAR. ¿Dónde estaban los hoteleros, los partidos políticos o la Flave?

El desastre de la gestión de Aqualia-FCC es evidente. Pero no se ha penalizado ni una vez a esta empresa, tal y como estipula la concesión administrativa. El Ayuntamiento ha dejado de percibir millones de euros; y Aqualia-FCC ha seguido cobrando por un servicio que no cumple. En vez de rescindir la concesión, se le ha prorrogado sin concurso público, lo que ha provocado la imputación de los consejeros del PP en Apemsa, incluido el ex alcalde Moresco. Candón se ha salvado por su "aforamiento". Para colmo, Aqualia-FCC se lleva el 5% de la facturación de Apemsa, unos 600.000 euros al año, por su aportación tecnológica (know-how), ¡y lo que ha hecho es empeorar la EDAR! Ahora el PP tiene la cara dura de exigir responsabilidades, cuando son los máximos responsables de entregar Apemsa a Aqualia-FCC, y por tanto del mal funcionamiento de la EDAR. Ellos son los que deberían dimitir por las nefastas consecuencias de la privatización de Apemsa.