Guerrilleros. Éste es el título del cuarto número de la colección 12 del Doce, de la Oficina del Bicentenario 1812 de Diputación.

Un cómic que deambula por la sierra gaditana, allá por septiembre de 1810 -ya convocadas las Cortes de León-, entre las historias del bandolero Juan el Corto y el viajero diputado Leandro Fernández de la Moraleda.

Para la ocasión, el encargado de dar vida a la nueva historia de Rafa Marín ha sido Sergio Bleda. Este apasionado "de Goya y de la época que le tocó vivir", justo el momento en que se estaba gestionando la primera constitución liberal de Cádiz, reconoce que desde que Ricardo Olivera 'Fritz' le llamó para participar en este proyecto, se metió de cabeza en la historia.

"Cuando me dijo que Rafa Marín era el guionista del cómic ni me lo pensé porque hacía tiempo que quería trabajar con él". Dicho y hecho. Trabajaron juntos en una experiencia muy positiva. "Ha sido un placer trabajar con material de Rafa", dice este dibujante autodidacta, al otro lado de la línea telefónica.

Uno de los principales retos a los que ha tenido que enfrentarse Sergio Bleda ha sido el salto temporal. "Estoy acostumbrado a trabajar en historias ambientadas en la época contemporánea, con sus edificios y coches. Ahora me he visto dibujando caballos y paisajes, por lo que ha sido una hazaña totalmente nueva para mí". Una hazaña que, igualmente, "formaba parte de su atractivo y que, finalmente, me ha resultado muy agradable", apostilla.

Para hacer Guerrilleros, basada en la historia de estos dos personajes de dos mundos totalmente distintos y condenados a entenderse, Bleda ha trazado dos personalidades contrarias. "La idea era que cada personaje tuviera su propia personalidad y un físico muy distante entre ellos, para que desde el primer vistazo encontráramos las diferencias", comenta del desarrollo de su trabajo. Todo ello, eso sí, bajo la "orientación de Rafa Marín, aunque en todo momento me ha permitido bastante libertad a la hora de elegir los planos y otras cuestiones".

Pero no sólo se ha enfrentado a personajes de otro siglo y a otro tipo de entorno físico, sino también a una técnica totalmente inédita en la trayectoria del albaceteño. "He hecho el dibujo a lápiz y luego le he dado los grises pero el color lo he obtenido por ordenador. Son manchas de gris pasadas a color, una técnica que no había utilizado nunca y que me ha dado muy buen resultado".

Y es que Sergio Bleda se enfrenta a cada trabajo, como si fuera al primero. No en vano, el crítico de cómics Álvaro Pons escribe en el prólogo de Guerrilleros que "por sus venas no corre la sangre, sino historietas en estado puro". Palabras modestamente recibidas por el dibujante del nuevo cómic de 12 del Doce, que asegura que "no sé si por mi sangre corren historias, lo que sé es que siempre me he querido dedicar a esto. Abandoné los estudios para hacer tiras de prensa, es algo totalmente vocacional, que me ha producido momentos buenos, pero también disgustos". Pero lo tiene claro, "no hay nada mejor que luchar por aquello en lo que crees".

Sergio Bleda se dedica profesionalmente al dibujo desde 1991. Ya en los 90 destacó como uno de los nuevos talentos en la materia. Después de varios trabajos para Ediciones Cúpula, realizó para Planeta la miniserie El baile del vampiro (1997), que le vale la nominación al premio Autor Revelación del Salón Internacional del Cómic de Barcelona. Le siguen los trabajos Magical Mistery Moore; Duérmete niña, Bloody Winter o la trilogía The wednesday conspiracy, publicados en Francia y EEUU. Sus últimas creaciones pasan por los dos volúmenes de la serie Dolls Killer, para la editorial francesa Soleil y el libro infantil 33 abuelas. Una trayectoria que llega hasta este cómic basado en la Constitución de 1812, con el que "uno vuelve a darse cuenta de la cantidad de batallas perdidas que hemos tenido en este país. Como la de una constitución liberal que el rey se metió en el bolsillo, para retroceder de nuevo", reflexiona Sergio Bleda.

Bajo la dirección artística de Ricardo Olivera 'Fritz', el nuevo número de la colección también ha contado con José Joaquín Rodríguez como asesor histórico, contextualizando la historia con el artículo Invasores, bandoleros y diputados. Asimismo, Melchor Prats 'Mel', colaborador de Diario de Cádiz, culmina este cuarto número con su tira cómica.