El vino, un reclamo para el turismo

Uno de los grandes atractivos de la ciudad por el que se interesan los turistas es el vino de la tierra. Durante el verano se convierte en una atracción más para aquellos que vienen a pasar sus vacaciones. Y es que, aparte de las playas y el buen clima del litoral, pasarse por una bodega y degustar una copa de vino es algo único para muchos.

Existe un amplio abanico de ofertas bodegueras en Chiclana, y los visitantes y chiclaneros no dudan en acercarse para tomarse un fino o un moscatel. El presidente de la Cooperativa, Manuel Manzano, afirmó que "estos dos vinos son los que más se venden, aunque también se venden otros como el Amontillado Matadero o el Fino Salinas". Según informaron dos empleados de Bodegas Vélez, "Algunos turistas suelen llegar preguntando por el sherry, que es el jerez, pero también se llevan otros como el oloroso o el fino".

Por otra parte, en algunas bodegas como en la de Miguel Guerra realizan tours para que los turistas conozcan las fases de elaboración del vino desde la viña hasta el embotellado. Para ello existe un salón dedicado a poner proyecciones donde se explica todo el proceso, además también hay catas. Según comentó Juan Guerra Vélez, gerente de la bodega, "lo que suele sorprender a los turistas es que las bodegas sean tan antiguas, que estén situadas en el centro de la ciudad y que las bodegas vayan pasando de generación en generación".

También, en las Bodegas Vélez hacen un tour tal y como afirmó Miguel Ángel Pacheco, un empleado de la bodega, "tenemos una ruta del vino de la que disfrutan personas procedentes de distintas provincias del país ".

Sin embargo, un empleado de la bodega San Sebastián se mostró más pesimista y comentó que, "aquí vienen de distintos lugares, alemanes, chiclaneros, de toda la comarca de Cádiz, pero al no ser el vino un artículo de primera necesidad, si la economía está endeble, se suprime el vino o en lugar de llevarse una caja de tres botellas se llevan una ".

De todos modos, a pesar de la crisis económica, siempre hay gente que va a estos lugares para llevarse vino de esta tierra a su tierra. A este respecto, Antonio Reyes, chiclanero pero que desde hace años vive en Santander y viene en temporada de vacaciones para ver a su familia, comentó que "cada vez que vengo a Chiclana me traigo todo el vino que puedo, no solo para mí, sino también para los amigos. Yo, como chiclanero, es algo que echo de menos en Santander y los amigos en cuanto nos reunimos me lo piden".