Localidad: Cádiz

Letra: Joaquín Revuelta Candón

Música: Juan Fernández Domínguez

Dirección: Rafael Verdugo Leal

el tipo.  Cocteleros cubanos.

Las coplas. Un cóctel de mangas para todos los que roban. Al igual que en su pase de preliminares, la chirigota de Joaquín Revuelta no termina de conectar con el público. Ambiente frío, a pesar de la calidez cubana, tanto en el escenario como en el patio de butacas. Preparan un primer cóctel en forma de pasodoble a  los políticos. Marcan la diferencia entre las personas honradas y los que van con traje y corbata, los consejeros de bancos o los usuarios de coches de lujo y tarjetas black. Un desmadre que los curritos pagan con sus impuestos mientras que siguen tragando. No está mal. Tampoco se queda atrás la bebida de la chirigota, con repaso a todas las agrupaciones que quisieron  ser  frente a la actual moda de la comparsa. Su premio es la risa del público. Sin embargo, vuelven a flaquear en los cuplés, en los que Martínez de Pinillos sustituye a Vicente Sánchez en el papel de carajote y una mujer a la que le gusta el rollo hipster sale de la carpa con un montón de pelos en la boca. Bebidas sin gas. 

EN PRELIMINARES

las coplas. Agitadores profesionales, pero no de los que se ponen al frente de una manifestación. Llegan a Cádiz tras decirle adiós a Fidel con el dedo corazón. El regreso de Joaquín Revuelta se queda a medias, con un repertorio que no termina de romper, excepto en algún golpe suelto en el popurrí con la cuarteta del "Kichi no puede". Destaca la letra del segundo pasodoble, en la que echan en cara a los autores que el pasado viernes  no se acordaran en sus letras del 40 aniversario de la muerte de Paco Alba frente a la atención a los regresos.  En el  primero, cumplen con la letra de presentación en el que crean un cóctel llamado Cádiz, que es "para beberlo".  Ni su oficio de  agentes secretos ni la playa de Jerez agitan al público en los cuplés.