Comercio Traslado 'forzoso' de uno de los negocios más antiguos de la ciudad

Escaparates con más de cien años de historia

  • Segundo y Rosita se ha despedido de San Francisco con una muestra de fotografías que llevan la firma de tres generaciones

Pocos comercios que cierran en la ciudad marcan tanto a la sociedad como lo ha hecho Segundo y Rosita. La firma de fotógrafos que hasta el pasado lunes estaba establecida en la calle San Francisco se ha visto obligada a trasladar el negocio a la calle Rosario después de un pleito mantenido con la propietaria de la finca, la Junta de Andalucía. Y la noticia ha calado hondo entre los gaditanos.

Este fue el motivo que llevó a Enrique Marrufo, el actual propietario y tercera generación al frente de la empresa, a preparar una pequeña muestra fotográfica que se expone estos días en los cuatro escaparates del local de la calle San Francisco y que recogen los más de cien años de historia de la empresa que un día fundara su abuelo Segundo. "No son fotos buscadas, son fotos encontradas. Aparecieron entre los cajones y como me trajeron muchos recuerdos pensé que podría ser un homenaje a los gaditanos, a los que muchas de esas fotos también le traerán recuerdos", comentaba ayer Marrufo.

La iniciativa del titular de Segundo y Rosita ha tenido en la última semana una enorme repercusión en la calle San Francisco, taponada en muchas ocasiones por la cantidad de gente que paraba en los escaparates para contemplar las fotografías. "Yo he llorado en esta esquina. A mí me han quitado parte de mi vida, y cuando puse los escaparates me asomé y ver tanta gente parada me demostró que no hemos pasado desapercibidos en la vida", comenta Enrique Marrufo.

Allí puede verse cómo era antiguamente el aula de un colegio -que ayer no lograba identificar Enrique Marrufo-: viejos pupitres de madera, paredes forradas de papel, y el polémico crucifijo en la actualidad presidiendo la estancia sobre una foto de Franco. También se puede apreciar cómo se hacía antes gimnasia junto a la antigua Plaza de Toros. Cómo vestían en otros tiempos las niñas de comunión, o las parejas que contraían matrimonio,...

Y no sólo se contempla en los escaparates de la ya vieja tienda de Segundo y Rosita parte de la historia de la ciudad, sino también las etapas y las técnicas que han marcado la fotografía. "Estas fotografías las hice yo en los años sesenta -afirma Marrufo señalando algunas de las obras que ilustran un escaparate- y alguno se cabreó por los efectos de luz, aunque después se convencieron de que eran bastante novedosas para aquel entonces", recuerda.

A raíz de la muestra fotográfica de los escaparates y del interés que ha despertado entre los viandantes, Enrique Marrufo ha vivido varias anécdotas. Así, el martes tuvo que quitar una de las fotos del escaparate porque el que salía retratado, que vivía en San Fernando, se reconoció y se acercó a la tienda a comentárselo. Otra persona también le ha pedido una foto de sus padres en el día que se casaron, porque Segundo y Rosita le hizo un reportaje fotográfico que nunca recogieron. "Ojalá pudiera encontrar las fotos de todos los que me han pedido alguna; pero es que ya no sé dónde están ni puedo identificar ahora cómo eran entonces", comenta Marrufo.

El propietario de esta tienda tradicional que ha visto obligada a marcharse de San Francisco entregará hoy las llaves del local. Y ante la repercusión que ha tenido su iniciativa de llenar de fotos históricas los escarapates de esta céntrica vía, Marrufo solicitará a la Junta de Andalucía que le permita mantener los escaparates unos días más.

Y al margen de esto, este fotógrafo nieto de Segundo e hijo de Rosita ya piensa en hacer una exposición con motivo de los más de cien años del negocio gaditano, algo que se ha planteado muchas veces y que ahora entiende "que ha llegado el momento de hacerla".

Y es que, como él mismo se pregunta, "¿quién no se ha hecho una foto en Segundo y Rosita?" "Pues esa es la satisfacción que me llevo", concluye Marrufo.

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