La eficacia convence al paciente que en muchas ocasiones encuentra en las agujas la solución a problemas de salud que no consiguen aliviar los fármacos. De este modo la acupuntura tiene cada vez más aceptación entre los gaditanos, que una vez que prueban suelen repetir. Sobre todo se demanda para el tratamiento de dolores articulares y para la depresión y la ansiedad.

Así lo explica el médico y especialista en acupuntura Francisco Mejuto que recalca que, aunque estas son las aplicaciones más comunes, puede utilizarse para diversidad de cuestiones, incluso para tratamientos de fertilidad o problemas de vértigo. Declara así que la acupuntura "puede emplearse para casi cualquier cosa", aunque en algunas, advierte, sigue siendo "mejor utilizar la medicina occidental".

Señala Mejuto, que tiene una consulta de acupuntura y ejerce también como médico de Familia en el centro de salud Puerta Tierra, que en problemas articulares agudos, ocasionados por ejemplo por una lesión, la recuperación suele ser rápida y el paciente nota una mejoría en una o dos sesiones. Para problemas crónicos, como puede ser una tendinitis en el hombro, donde el paciente acude normalmente después de buscar otras salidas que no le funcionan, se precisan entre 15 o 20 sesiones.

Una vía alternativa que, advierten los especialistas, es una actividad que debe estar siempre supervisada por un médico. En referencia a este asunto incide Francisco Mejuto sobre la escasez de control en nuestro país. Continua señalando que la técnica es sencilla pero no así el diagnóstico.

Muestra del éxito de esta aplicación es también la demanda de formación por parte de los profesionales sanitarios. Un ejemplo es el Curso de Experto de Acupuntura que la Facultad de Medicina de la Universidad de Cádiz viene realizando los últimos tres años y que coordinan además de Francisco Mejuto los especialistas Cristina Verástegui y Alberto Pérez, con la colaboración del acupunturista madrileño Joaquín Outon. En concreto el curso pasado 14 de los demandantes se quedaron fuera, teniendo el curso un total de 30 plazas. La formación está dirigida a médicos, enfermeros y fisioterapeutas, aunque se insiste en que la supervisión siempre debe realizarla un médico.

La acupuntura funciona, o al menos así lo afirman los pacientes y los médicos que la practican. Francisco Mejuto destaca que "es una medicina tan científica como la occidental pero se basa en algo distinto, en la energía; se produce un estancamiento del flujo de energía y cuando se desbloquea el problema desaparece". Argumenta que además, precisamente en el campo de los dolores articulares, existen un elevado número de estudios científicos europeos con resultados muy positivos.

Eso sí, aclara el especialista, la probabilidad de éxito es la misma que en el caso de la medicina occidental. Es decir, "igual que a unos les funciona un medicamento y a otros no, ocurre con la acupuntura; a un 30% le hace efecto muy rápido, a otro 30% le va bien, y en otro 30% no tiene resultado, exactamente lo mismo que con la Medicina".

Una terapia médica no convencional (reconocida así por la Ley de Profesiones Sanitarias) que también ha convencido a la sanidad pública. De hecho se aprobó su inclusión en cartera de servicios hace unos años. Una iniciativa que sin embargo ha quedado estancada y tan sólo se ha desarrolla de forma puntual en algunos hospitales y centros de salud andaluces.

Al respecto el médico general y acupunturista resalta los beneficios que para la población podría significar su generalización en el Servicio Andaluz de Salud (SAS). Francisco Mejuto concluye diciendo que incluso significaría para el sistema sanitario un ahorro económico, especialmente en la dispensación de medicamentos.

Esta técnica milenaria china se va introduciendo poco a poco en el mundo occidental, que aunque cada vez es menos incrédulo aún muestra prejuicios. La extendida aprensión a las agujas tampoco ayuda. Pero el que lo prueba repite, no en vano Mejuto tiene pacientes que llevan fieles a él, y a la acupuntura, más de 20 años.