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Cádiz

De Obispo Pérez Rodríguez a Fermín salvochea

  • u La Corporación Municipal efectuó en 1979 una profunda reforma del callejero de la ciudad. 52 calles y avenidascambiaron de denominación, recobrando su nombre popular

En 1979 todos los ayuntamientos de España se apresuraron a eliminar del nomenclátor urbano los nombres de personas, instituciones y acontecimientos vinculados de manera inequívoca al régimen anterior.

El PSOE accedió al gobierno municipal de Cádiz en coalición con el PCE, suprimió la mayoría de los nombres de calles y plazas que estaban vinculados al régimen franquista. El cambio se justificó alegando que era mejor rotular las calles con el nombre por el que el pueblo las conocía.

El 21 de diciembre de 1979 se celebró un pleno extraordinario de la Corporación Municipal en el que se aprobó el Plan Cuadrienal de Urbanismo por 734 millones de pesetas, así como la desaparición de la red eléctrica aérea en el casco viejo, con un coste de 140 millones de pesetas.

El pleno lo presidió el alcalde Carlos Díaz Medina, y al que faltaron los concejales Josefina Junquera (PSOE), Jesús Sáenz López (UCD) y Antonio Sánchez Martínez (UCD). Asistieron, entre el público, representaciones de asociaciones de vecinos.

Antes de comenzar la sesión, el alcalde recordó a los concejales que era el último pleno del año, añadiendo que esperaba unos debates con normalidad, que las intervenciones no fueran largas, que no existieran reiteraciones y recordando que "la ética no está reñida con la política".

Tras haber aprobado el acuerdo de la Permanente Municipal se pasó al dictamen de la comisión de nomenclátor sobre cambio de denominación de bastantes vías públicas.

Advirtió el portavoz de UCD, José Ramón Pérez, que no había pasado por la Comisión de Hacienda, "cuando implica un gasto dicho cambio". Se decidió debatirlo y Carlos Rosado (UCD) se refirió a que el Ayuntamiento no había podido sustraerse a la idea de cambiar nombres de calles, pero que lo había hecho con moderación, llamado la atención sobre su incidencia económica, así como en diversos servicios, como Correos, Telégrafos, teléfonos, domiciliaciones bancarias... afirmando que "a través del tiempo los gaditanos han hecho poco caso de los nombres nuevos que se pusieron a las vías, demostrado cuando se habla con personas que conocen mucho sobre nuestra ciudad", dijo Rosado. Y pidió que la plaza Profesor Portillo mantuviera su denominación e indicando que los Jardines de Cerro del Moro no debían ser designados como del Primero de Mayo. Sobre este mismo nombre se refirió Pérez Díaz-Alersi que tenía connotaciones políticas y pidió que el expuesto quedara sobre la mesa.

Hipólito García (PSOE) defendió el dictamen indicando que "se daban a muchas calles del Cádiz interior el nombre real por el que fueron conocidas, en lugar del oficial".

El coste económico de los cambios de nombre dijo el portavoz de los socialistas que no superaría las 100.000 pesetas, y que en cuanto al del Primero de Mayo "es una fiesta internacional de todos los trabajadores", añadiendo "que no tiene inconveniente en mantener lo de Profesor Portillo en lugar de Plazoleta del Árbol".

Votado el dictamen hubo catorce votos favorables (PSOE, PSA y PCE) y diez en contra (UCD).

A parte de las calles citadas, se dieron nombre a dos jardines; el ubicado entre las avenidas Ramón de Carranza y del Puerto, sobre el estacionamiento subterráneo, como Paseo de Canalejas, y los del Cerro del Moro como jardines Primero de Mayo.

Los cambios se realizaron en dos fases, la primera todas las del Cádiz exterior y ocho vías del histórico y, posteriormente, el resto.

Al día siguiente, el recordado periodista del Diario, Agustín Merello, en su habitual columna, felicitaba a la Corporación Municipal "porque ha puesto en marcha un hermoso plan de urbanismo, que para entendernos, consiste en ponernos de dulce nuestras destrozadas calles, incluidas desde luego las que han cambiado de denominación. Medio centenar de calles y plazas han cambiado de nombre. O, lo que es más exacto en la mayoría de los casos, han conseguido recuperar con todas las bendiciones oficiales la denominación que el pueblo llano y soberano nunca les hurtó".

La Ley de Memoria Histórica establece la retirada de insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación personal o colectiva del levantamiento militar, de la Guerra Civil y de la represión de la dictadura. Acogiéndose a esta normativa, aprobada en el año 2007, el nuevo Grupo de Gobierno del Ayuntamiento de Cádiz ha presentado distintas propuestas para renovar el callejero de la ciudad, entre ellas el cambio del nombre del estadio Carranza.

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