Cádiz

Protestas del público obligan a suspender media hora el Pleno

  • El equipo de gobierno acusa a Podemos de liderar los gritos proferidos contra sus ediles y a Izquierda Unida de promoverlos Los manifestantes fueron desalojados por la Policía Local.

El último pleno municipal del año tuvo que suspenderse ayer durante media hora después de que un grupo de ciudadanos que minutos antes había accedido al hemiciclo con la boca tapada y carteles contrarios a la denominada Ley Mordaza, profiriera gritos y cánticos contra la alcaldesa, Teófila Martínez, y varios de sus ediles. Ocurrió alrededor de las once de la mañana cuando, tras intervenir la oposición en el punto en el que se iba a acordar a instar a la Junta de Andalucía a poner en marcha el Pacto de Empleo por la Ciudad, el ruido impidió el turno de réplica del concejal del PP Bruno García. Ante la imposibilidad de continuar, la alcaldesa decidió suspender la sesión. Mientras, sonaban cánticos como "¡Que se vaya, dile que se vaya..." o "De norte a sur, de este a oeste, la lucha sigue cueste lo que cueste". En ese momento abandonaban el salón de plenos la alcaldesa con la mayoría de los ediles de su equipo de gobierno -el resto se quedó dentro hablando con los compañeros de PSOE e IU-, increpados por parte del público y protegidos por un cordón policial. Precisamente luego se produjo un diálogo entre los representantes del colectivo que realizó esta acción de protesta y miembros de la Policía Local, que convencieron finalmente al público para que abandonara el recinto. Antes, uno de los participantes en los abucheos y cánticos se dirigió a la bancada ocupada por la oposición para decirle "no os salváis, la ciudad también está así por vuestra culpa". Hubo luego un compás de espera de media hora en el que se especuló con la definitiva suspensión del pleno, aunque finalmente el equipo de gobierno regresó para continuar con la sesión.

El pleno estuvo ya marcado por la bronca, ya que en los sucesivos puntos debatidos el equipo de gobierno, por boca tanto de la alcaldesa como de otros ediles que tomaron la palabra, acusaron a Izquierda Unida, mayormente, y a Podemos, tras identificar entre el público a algunos de sus integrantes, de auspiciar la protesta del público, recordando que antes del conflicto sus ediles (Martín Vila, Sebastián Terrada y Francisco Vivas) se habían colocado en la boca esparadrapos a modo de mordaza, uniéndose a las reivindicaciones del público. En la primera ocasión que tuvo, Teófila Martínez acusó a IU de "alimentar a la izquierda radical a cargarse la democracia. Ustedes y Podemos sois la casta antidemocrática. Ustedes promueven esto y el público les deja hablar, mientras que a nosotros nos insultan". Sebastián Terrada le respondió que "si hay demócratas, esos somos los comunistas. No somos de Podemos. Lávese la boca antes de llamarnos antidemocráticos". La contrarrespuesta de la primera edil no se hizo esperar: "No me voy a lavar la boca porque entre las personas que había insultándonos hay alguna que iba en su lista en las últimas elecciones municipales". Tras justificar Martín Vila, que debutaba como portavoz de IU, la protesta contra "recortes efectuados por el Gobierno y la Ley Mordaza", Ignacio Romaní, portavoz del equipo de gobierno, le contestó que había "promovido lo contrario evitando que nos manifestemos los demócratas". Cerró este enfrentamiento verbal la alcaldesa asegurando que "venían a insultarnos, no a protestar contra la Ley Mordaza, como vienen haciendo aquí desde hace un año ¿Quién estaba repartiendo los esparadrapos, señor Vivas? Seguro que usted la conoce". Y Fernando Vivas contraatacó: "No hemos encabezado nada. ¿Qué prueba que conozcamos a quien reparte los esparadrapos? Usted conocía a quien repartía los sobres, ¿no?".

Conforme iba avanzando el pleno no se acallaban los ecos de la bronca. Así, Fernando Vivas acusó a Martínez de "tensar la segunda parte del pleno", afirmado estar "en contra de los insultos y de acusaciones no probadas. Se ha pasado usted dos pueblos diciendo que esta acción ha sido premeditada. Un insulto es subir el salario base 3,3 euros". Luego, José Blas Fernández, primer teniente de alcaldesa, manifestó que "señores de Podemos han querido callarnos con el consentimiento de IU, coaccionándonos y secuestrándonos aquí".

Así, durante ocho horas, el protagonismo de un pleno eterno, como es habitual, fue ocupado más por la trifulca que por los puntos a tratar.

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