Tráfico eliminado y posteriormente restringido. Obras. Contenedores desplazados. Aparcamientos desaparecidos. La actuación iniciada esta semana por el Ayuntamiento, con financiación de la Junta de Andalucía, en el tramo del Paseo Marítimo comprendido entre la Glorieta Ingeniero La Cierva y Cortadura ha hecho estallar a un colectivo de vecinos, hasta el punto que han mantenido ya una primera reunión en la que han sentado las bases de sus reivindicaciones y quejas porque aseguran no estar dispuestos “a soportar estos atropellos del Ayuntamiento”.

Media docena de comunidades del entorno de Ingeniero La Cierva –que es donde ha empezado la obra del carril bici– han mantenido un primer encuentro tras el que han querido hacer público su malestar con el Ayuntamiento. “No se nos ha informado de nada de lo que se va a hacer en el Paseo, más allá de un cartel en los portales diciendo que a partir de ahora la basura tenemos que tirarla en Cayetano del Toro. Nos vamos enterando cada día cuando nos sorprenden los discos de circulación que nos vamos encontrando en las calles”, denuncia un portavoz de ese colectivo vecinal que aglutina a bloques de viviendas de Ingeniero La Cierva, Cayetano del Toro, Virgen de las Angustias o Herrera Quevedo.

Esta falta de información les lleva a preguntarse “qué hacemos con nuestros coches los que tenemos un garaje en el Paseo Marítimo, ahora que han cortado por completo el acceso del tráfico, dónde metemos los coches, qué alternativas nos van a dar”.

Por ello, requieren en primer lugar una reunión con el Ayuntamiento “donde nos expliquen cuáles son los planes de ahora y de futuro para el Paseo Marítimo y cuenten con nosotros a la hora de tomar cualquier decisión”. “Vaya por delante que nos parece bien que se habilite un carril bici en la ciudad, pero entendemos que eso no puede ser lo único para Cádiz, ni que puede hacerse a costa de cualquier cosa; deben tener en cuenta a los que vivimos allí, a los negocios que hay en la zona, a todo”, aclaran estos vecinos.

En la relación de quejas que han mostrado la “brutal pérdida de aparcamientos y la falta de alternativas en su lugar” es una de las más sonadas. Los vecinos reclaman “sitios de paradas momentáneas, donde podamos parar los vehículos para cualquier cosa que necesitemos en nuestras viviendas”.

La nueva disposición de los contenedores tampoco convence a los afectados, que reclaman al Ayuntamiento que esos contenedores utilizados especialmente por la hostelería “no se queden en las calles adyacentes como están haciendo ahora sino que vuelvan a su lugar de origen” al estar causando molestias.

Las dificultades para el tráfico y el aparcamiento está trayendo ya consigo otra consecuencia negativa para el día a día de estos vecinos, aseguran: “nos está perjudicando el cambio de políticas en los aparcamientos subterráneos, que empiezan a ver más rentable la rotación que el abono de los que hasta ahora podíamos disfrutar”. Y en relación a esto, recuerdan que ya vienen “de sufrir un verano donde el aparcamiento ha sido imposible” por la señalización de zona azul “que este año hemos visto agravada con zona naranja”.

Otra de las preocupaciones de estos vecinos es la seguridad a raíz de esas obras que van a transformar el Paseo Marítimo. En este sentido, alertan de que la Policía Local ya no transita por la zona en las rondas habituales de vigilancia por medio de los vehículos –al tener cortado el acceso–, “por lo que el Paseo Marítimo es ya menos seguro que hace una semana”. E igualmente se preguntan “si en el Ayuntamiento existe un informe de Bomberos que de viabilidad a toda esta actuación que quieren llevar a cabo”.

Por todo ello, reclaman al Ayuntamiento mayor información, más sensibilidad hacia sus intereses y facilidades, en definitiva, en su día a día. La guerra a la transformación del Paseo Marítimo está servida.