Qué son los dragones azules, el molusco venenoso que podría llegar a las costas de Cádiz y cómo actuar en caso de picadura

El avistamiento de varios ejemplares de dragones azules el pasado domingo en la playa de Famara en Lanzarote ha llevado al Ayuntamiento de Teguise a desaconsejar el baño. También conocido como babosa atlántica, este invertebrado supone un peligro para los humanos, ya que su picadura es venenosa y produce una urticaria similar a la de las medusas.

El dragón azul (Glaucus atlanticus) es un gasterópodo nudibranquio, sin concha, y mide de 3 a 4 centímetros de largo. En su parte dorsal presenta una llamativa coloración azul plateada. Se trata de una especie con presencia en aguas de clima cálido y tropical de los océanos Atlántico, Pacífico e Indico. Los dragones azules flotan sobre la superficie en mar abierto, aunque las corrientes pueden arrastrarlo hacia la orilla, lo que permite su presencia cada vez más frecuente en las costas.

Además de en Canarias, recientemente se ha observado en Baleares o Valencia, pero ¿podrían los dragones azules llegar a Cádiz?

¿Por qué han llegado los dragones azules a la costa?

Los dragones azules se alimentan de las carabelas portuguesas, otra especie cada vez más habitual en las costas gaditanas que suele poner en jaque la tranquilidad de los bañistas. Precisamente, este podría ser uno de los indicadores que nos pueden alertar de su presencia.

Por otro lado, los récords históricos de la temperatura del agua del mar durante el mes de junio y los cambios en las corrientes del Atlántico Norte son otro de los factores que podrían favorecer la llegada de los dragones azules a Cádiz.

Como la mayoría de los gastrópodos, animales son hermafroditas, es decir, poseen órganos sexuales masculinos y femeninos. Los dragones azules no pueden autofecundarse, sino que reproducen por apareamiento con otro individuo, mediante el intercambio de esperma. Luego depositan los huevos en cadenas o hileras sobre objetos flotantes u otros animales marinos.

¿Es peligrosa la picadura del dragón azul?

Las babosas atlánticas no solo son inmunes al veneno de sus presas, sino que lo almacenan en sacos en las puntas de sus extremidades, lo que le sirve como arma letal contra los depredadores. Si bien en ningún momento busca atacar a los humanos, podrían liberar este veneno si se tocan o se sienten amenazados.

Las picaduras son muy dolorosas y producen una reacción urticante similar a la de la carabela portuguesa. Los síntomas que pueden aparecer son náuseas, vómitos, ampollas, eritema o hinchazón, entre otros. A diferencia de la carabela portuguesa, no se han registrado muertes por la picadura de esta especie, si bien puede afectar gravemente a niños pequeños, personas con enfermedades respiratorias o aquellas con alergia a las medusas.

¿Qué hay que hacer si te pica un dragón azul?

En caso de una picadura de dragón azul, se debe evitar tocar la zona, ya que se puede extender el veneno. A continuación, hay que lavar la piel con agua salada o suero fisiológico y tratar de retirar sus ceratas (las 'puntas') con una pinza. Esta operación no puede hacerse con agua dulce, pues ello podría hacer que las células urticantes liberen aún más veneno.

Para reducir la inflamación se deben aplicar paños fríos, nunca hielo diretamente sobre la piel. Si el dolor persiste, es preciso acudir a un médico.