El pescadero José María Sánchez revela dos trucos caseros para saber si el pescado al horno está en su punto
El experto asegura que no hacen falta relojes ni termómetros para lograr un plato perfecto
José María Sánchez, pescadero: "La rodaja es el corte que más colágeno nos va a aportar"
Cocinar pescado al horno puede parecer sencillo, pero lo cierto es que no siempre resulta fácil acertar con el punto exacto de cocción. Demasiado tiempo en el horno puede dejar la carne seca y sin jugo, mientras que sacarlo antes de tiempo convierte la receta en un auténtico fiasco. Sobre este problema habitual ha hablado el pescadero José María Sánchez en un vídeo compartido en Instagram, donde desvela dos trucos prácticos que, según asegura, nunca fallan para saber si el pescado está listo.
Lejos de complicadas técnicas culinarias, Sánchez explica que no es necesario estar pendiente del reloj ni pinchar la pieza con un cuchillo para comprobar su interior. Su método se basa en observar dos detalles muy concretos que el propio pescado revela durante la cocción: el color del ojo y la facilidad con la que se desprende la aleta anal.
El ojo, el primer indicador
El pescadero señala que el primer paso para comprobar si el pescado está en su punto es fijarse en el ojo. "Cuando el ojo se vuelve blanco, es señal de que la pieza ya está prácticamente lista", explica en el vídeo. Este cambio de color es un indicador natural que muestra cómo la carne se está cocinando de manera uniforme.
De este modo, en lugar de depender de un cronómetro o de una receta genérica que indica “x minutos por kilo”, el propio alimento ofrece la pista más fiable. Eso sí, Sánchez advierte de que el ojo blanco no significa que el pescado ya esté terminado al cien por cien, sino que está a punto de alcanzarlo, lo que sirve como señal de aviso para preparar su salida del horno.
La aleta anal, la prueba definitiva
El segundo truco, y el más determinante, tiene que ver con la aleta anal del pescado. Según explica Sánchez, basta con tirar de ella con suavidad para comprobar si la cocción ha concluido. "Si la aleta se desprende con facilidad, ya se puede sacar el pescado porque está perfectamente cocinado", afirma.
Esta sencilla comprobación evita tener que cortar la pieza o pincharla, lo que puede estropear la presentación del plato. Además, garantiza que la carne estará jugosa y en su punto, sin riesgo de quedarse cruda ni de pasarse de cocción.
Un consejo de profesional para un plato de lujo
El pescadero insiste en que estos dos gestos son infalibles para transformar un plato corriente en un verdadero lujo. Muchas veces, el miedo a dejar el pescado crudo hace que se exceda el tiempo de horno, con el consiguiente resultado: un alimento reseco y sin gracia. Con estos trucos, la seguridad de que el pescado está listo es total, y el resultado, según promete, no defrauda.
El vídeo de José María Sánchez ha despertado el interés de quienes disfrutan cocinando pescado en casa pero no quieren complicarse con técnicas profesionales. Su propuesta es clara: no hacen falta relojes, termómetros ni recetas con cálculos exactos de minutos por kilo. Basta con observar lo que el propio pescado "nos dice" durante la cocción.
Un ojo blanco y una aleta anal que se desprende sin resistencia son, en palabras del pescadero, las únicas señales necesarias para servir un plato que mantenga la jugosidad, el sabor y la textura adecuada.
De este modo, cuando los usarios quieran cocinar un pescado al horno, en lugar de mirar el reloj cada dos minutos o abrir la puerta del horno constantemente, quizá lo más sensato sea atender a estos dos gestos simples que un profesional de la pescadería comparte como secreto: dejar que el propio pescado marque el tiempo.
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