La multa por instalar un aire acondicionado en casa de hasta 20.000 euros

Con la llegada del verano y las altas temperaturas, el aire acondicionado se convierte en un aliado imprescindible en muchos hogares. Sin embargo, lo que muchos desconocen es que su instalación está regulada por una normativa muy estricta, especialmente en lo que respecta al manejo de gases fluorados, y que no cumplirla puede derivar en sanciones de hasta 20.000 euros.

La instalación de un equipo de aire acondicionado no puede realizarla cualquiera. Debe llevarla a cabo un profesional certificado y una empresa habilitada específicamente para manipular gases fluorados, según establece el Real Decreto 115/2017, que regula la comercialización y manipulación de estos gases y los equipos que los contienen, así como la certificación de los técnicos y empresas autorizadas.

Estos gases, utilizados como refrigerantes, tienen un alto impacto en el calentamiento global y están sometidos a un control exhaustivo por parte de las autoridades. Su liberación incontrolada a la atmósfera, por una mala manipulación durante la instalación, mantenimiento o retirada de los equipos, supone una infracción grave o muy grave, con multas que pueden llegar a los 20.000 euros, tal y como recoge también el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE).

Por qué no vale cualquier instalador

Aunque pueda parecer una tarea sencilla, instalar un aire acondicionado implica trabajar con gases refrigerantes que requieren un tratamiento especializado. Las tiendas que venden estos equipos están obligadas a informar al comprador de que no pueden ser instalados por cuenta propia ni por técnicos no certificados. Además, deben registrar el nombre de la empresa instaladora en el momento de la venta.

Si se incumple este procedimiento, tanto el comprador como la tienda y la empresa instaladora pueden ser sancionados. De hecho, desde la entrada en vigor del Real Decreto 115/2017, se han endurecido los controles para garantizar que los equipos no sean instalados sin control, y que cada intervención quede registrada de forma oficial.

Qué dice la normativa

La legislación busca, en primer lugar, proteger el medio ambiente y garantizar la seguridad de las instalaciones. El Real Decreto 115/2017 obliga a que todas las empresas que instalan aires acondicionados cuenten con un certificado de empresa habilitada para manipular gases fluorados, y que los técnicos dispongan de la certificación personal correspondiente.

Además, el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) exige que las instalaciones cumplan ciertos requisitos de eficiencia energética, control de emisiones y seguridad, aspectos que no se pueden garantizar si se realiza una instalación por cuenta propia o por un profesional no autorizado.

Cómo evitar una sanción

Para evitar problemas, lo más recomendable es contratar siempre una empresa instaladora autorizada, exigir que se entreguen los certificados correspondientes una vez finalizada la instalación y conservar la factura como prueba.

También es fundamental asegurarse de que el equipo adquirido cumple con la normativa europea de eficiencia energética y refrigerantes permitidos. En definitiva, más allá del confort veraniego, instalar un aire acondicionado no es un trámite menor. Hacerlo sin respetar la normativa puede suponer, además de un riesgo medioambiental, un fuerte golpe al bolsillo.