Quién es Víctor de la Cruz, el chófer gaditano de Ruiz-Mateos que protagoniza una serie en Cuatro

'El chófer de Ruiz-Mateos' es la nueva docuserie que Cuatro estrenó la noche de este lunes. A través de cuatro capítulos, la cadena se acerca a la controvertida figura del banquero jerezano a través de la mirada de Víctor de la Cruz, el gaditano que se convirtió en el hombre de máxima confianza y que trabajó junto a él entre 1989 y 2011.

De la Cruz relató anoche alguno de los episodios más llamativos de su trabajo, que en un primer momento era de chófer, aunque su papel iba mucho más allá del simple traslado de uno de los empresarios con mayor exposición mediática en aquella época. De hecho, la primera entrevista que mantuvieron en 1989 fue ya significativa de lo que sería su trabajo posterior: Ruiz-Mateos le dijo que colaborar con él era "una oportunidad que le ofrecía la vida" y le preguntó si era valiente para ayudarlo en "la lucha contra los poderes fácticos".

En este primer capítulo de la docuserie, de la Cruz relata cómo fue su primera misión para Ruiz-Mateos: fotografiar a la mujer del vicepresidente de un banco con su amante, un famoso empresario. Ruiz-Mateos quería conocer la identidad del empresario pero fundamentalmente, confirmar como cierta la información que poseía sobre el tema.

De la Cruz, acompañado del hijo de un compañero de prisión del jerezano y que era aficionado a la fotografía, consiguió captar la imagen deseada de los amantes, imágenes que entregó a Ruiz-Mateos sin llegar a saber las consecuencias que tuvieron las mismas, puesto que nunca fueron publicadas.

Cómo planearon el falso atentado

Una de las misiones se gestó en 1993, el día de reflexión de las elecciones generales a las que concurría como agrupación: Ruiz-Mateos planeó un intento de falso atentado para inculpar al Opus Dei. El chófer relata cómo se fraguó: "Decidimos durante un mes ver cómo podíamos ejecutar el atentado. Decidimos que el atentado lo tenía que sufrir en la puerta de su casa". Y dio más detalles: "El dato clave es que la sangre la echara por el asiento, yo tenía que dar la explicación a la policía. La policía según vio el cotarro dijeron que llamaran al chófer: ‘¿te han metido un tiro no? ¿ah sí? ¿y dónde está el jefe?".

Otra misión de De la Cruz fue robar las cartas de las empresas expropiadas: "Teníamos que saber las ofertas que tenía el estado por parte de distintos empresarios y conseguir la propiedad de ciertas empresas. La correspondencia de Rumasa estatal llega en una saca de correos". Víctor relata la conversación que tuvo con su jefe: "Hicimos un seguimiento varios días y vimos que el jueves el maletón era mucho más amplio. Cuando veo llegar al cartero, entro en paralelo, mi compañero Luis llama al ascensor y pone el pie para que no se pueda abrir la puerta y llama al portero. El cartero ya ha dejado el paquete, el portero va al ascensor, cuando vuelve ve que le falta la saca y huimos con toda la correspondencia".