El fenómeno meteorológico de El Niño, que se produce periódicamente y suele ir ligado al aumento de las temperaturas en todo el planeta, comienza a debilitarse, según ha señalado este martes la Organización Meteorológica Mundial. Tras alcanzar sus máximos el pasado mes de diciembre, la predicción de la institución es que continúe entre marzo y mayo, pero que empiece a remitir entre abril y junio 

De esta forma, según este organismo de la ONU, existe un 60% de probabilidades de que persista entre los meses de marzo y mayo, subiendo estas al 80% para que las condiciones meteorológicas sean neutras entre abril y junio. 

De esta forma, la previsión señala que la previsión de temperantes altas en la superficie del mar en los próximos tres meses provoque temperaturas por encima de lo habitual en casi todo el planeta en este periodo de tiempo, algo que puede influir en las precipitaciones. 

Por su parte, las probabilidades de que le suceda el fenómeno de La Niña, que provoca un clima más frío, de momento son "inciertas". 

Así, según el informe de la secretaria general de la OMM, Celeste Saulo, El Niño se produce de forma periódica en tramos de entre dos y siete años, aunque el impacto "en la temperatura global" se produce "al año siguiente al de su desarrollo, en este caso en 2024". 

Este trabajo indica que "la temperatura de la superficie del mar de enero de 2024 fue, con mucho, la más alta registrada de la historia en el mes de enero".

A la espera de cómo se desarrollen los próximos meses, a nivel local, en Cádiz se han batido barios récords climatológicos en el último año. Así, como ejemplo, el mes de junio que registró más días de tormentas fue el de 2023, cuando se produjeron tres. 

Por su parte, un mes en el que se produjeron varias anomalías meteorológicas fue el de abril. Así, se registró la temperatura media de las máximas más alta con 23,3 grados. Asimismo, este es también alcanzó su temperatura media más alta de la serie histórica con 19,8 grados.

Asimismo, el pasado 25 de enero fue el día de este mes en el que se alcanzó una temperatura máxima absoluta más alta con 24,1 grados, un valor totalmente anormal para esta fecha del año, en pleno invierno.

Por último, en el mes de julio se batió su récord de precipitaciones mensual más bajo al no caer ni una sola gota de lluvia.