La Real Maestranza de Caballería de Sevilla aunó ayer a los alumnos universitarios más destacados con los maestros más relevantes de la pasada Feria de Abril en un acto ya clásico, que se desarrolla en el mismo ruedo donde los toreros dictaron sus lecciones en la primavera pasada. Eso fue lo que hizo allá por abril José María Manzanares, quien abrió la Puerta del Príncipe -triunfo que repetiría en la Feria de San Miguel-. Discursos de tauromaquia, vestido de luces sobre el albero dorado, que le entronizaron en Sevilla y por los que se convirtió ayer, sin duda, en el gran protagonista de la tarde-noche, perseguido por multitud de estudiantes en busca de una foto con uno de los toreros que más tirón tiene entre la juventud. 

Bajo una gigantesca carpa situada en los medios de la plaza y que desafiaba a la desapacible tarde, el acto se desarrolló con solemnidad y brillantez. Manzanares, con paso firme, se dirigió al estrado hasta en tres ocasiones para recoger los trofeos al triunfador de la feria, a la mejor faena y a la mejor estocada. El diestro, identificado con la ciudad, no pudo paladear a gusto sus enésimos trofeos en Sevilla, en su tierra adoptiva, y viajó de inmediato hacia Madrid, donde hoy mantendrá una reunión con otros profesionales del toreo. Entre las preocupaciones del alicantino, de sus compañeros y de los aficionados que se dieron cita en estos Premios de la Maestranza, se habló mucho sobre la convocatoria de huelga por parte de los subalternos, una medida que podría anularse en breve, a tenor del acercamiento que hubo el pasado fin de semana en Olivenza, entre toreros y empresarios. 

Otro de los galardones más significativos, el destinado al mejor rejoneador, lo recogió el sevillano Diego Ventura, quien llegaba tras torear en la Feria de Castellón. El ganadero salmantino Moisés Fraile, propietario de la divisa El Pilar, recogió el trofeo al mejor toro del ciclo abrileño, Bilanero, lidiado en quinto lugar el día 27 de abril por David Mora. Curro Javier, Juan José Trujillo y Tito Sandoval recibieron los premios a la mejor actuación de subalterno, mejor par de banderillas y mejor puyazo, respectivamente. 

Dentro de estos premios, en los que el mundo taurino comparte plaza con la juventud estudiantil, la frescura de la cantera taurina la aportó la jovencísima terna triunfadora del ciclo de nuevos valores que se celebró el pasado mes de julio: Lama de Góngora, Miguel Ángel León y Alejandro Pavón. El primero, como triunfador, recibió un traje de luces; León, segundo clasificado, un capote de paseo; y Pavón, como tercero, un capote de brega. Un epílogo con una sonrisa a la esperanza que toreros y estudiantes compartieron sobre la arena de la Maestranza.