"A los que ejercen de forma sobresaliente la virtud". Así definió el rector de la Universidad de Sevilla, Antonio Ramírez de Arellano, la labor que desarrollan los 35 premiados ayer por la Real Maestranza de Caballería, que entregó ayer sus distinciones a los alumnos de la Hispalense con mejor expediente y a quienes destacaron en la pasada temporada taurina en los distintos ámbitos.

El acto, celebrado en el coso del Baratillo, contó con la presencia del alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido; el arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo; y el teniente general jefe de la Fuerza Terrestre, José Ignacio Medina. El primero en tomar la palabra fue el teniente de hermano mayor de la Real Maestranaza, Javier Benjumea, quien fue interrumpido durante su discurso cuando se refirió al Monarca, a quien deseó una "pronta recuperación" de su intervención quirúrgica y reconoció "su extraordinaria labor de servicio a España", palabras que provocaron el aplauso de todos los presentes, entre quienes se encontraban distintos representantes de los diversos sectores de la sociedad sevillana. Benjumea respaldó otra vez la tauromaquia como "una manifestación cultural que nos identifica" y recordó todas las labores desempeñadas por la institución nobiliaria durante el último año, entre las que destacó la recepción de Juan Carlos I a la junta de gobierno de la Real Maestranza y otras actuaciones de carácter social y cultural, como la contribución económica en la restauración del retablo de la Virgen de Roca-Amador, en la parroquia de San Lorenzo, y la del retablo mayor de la parroquia de Santa María Magdalena.

Tras su intervención, Ramírez de Arellano leyó un discurso en el que, además de subrayar los valores que unen el mundo de los toros con el universitario, denunció la situación que atraviesa el país y las medidas gubernamentales que afectan a la institución académica. Precisamente sus primeras palabras alertaron de las consecuencias de la crisis actual que provoca "una desconfianza generalizada de los ciudadanos en sus instituciones y en las personas que gobiernan".

Dentro de este clima de "negativismo", el rector criticó que "a la propia universidad se la quiere domeñar política y mercantilmente con el espurio argumento de su ineficiencia". "No se trata ya de capear el temporal, sino de armarse de valor, coger el toro por los cuernos y entre todos, volver a cuajar una gran faena", dijo Ramírez de Arellano usando una metáfora taurina para advertir de los grandes retos de la sociedad actual, para cuya consecución resaltó los cinco preceptos medievales de la caballería: valor, lealtad, generosidad, cortesía y franqueza. "La nobleza, al igual que la excelencia, debe ser la consecuencia del esfuerzo permanente", apostilló el máximo representante de la Hispalense, quien realizó una defensa "sin complejos" de los toros, una fiesta de la que, según afirmó, "Hacienda recauda seis veces más por IVA que con el cine español".

El acto concluyó con la entrega de los galardones taurinos, en la que destacó la triple subida al escenario del diestro José María Manzanares.