La crisis ha hecho aumentar el consumo televisivo, y los 9 millones de espectadores que suele congregar la selección española en los primeros compases de las grandes citas se verán aumentados con el arranque del Mundial de Suráfrica no sólo por la situación económico sino también por las esperanzas de triunfo para el combinado dirigido por Vicente Del Bosque. El catedrático de Comercialización e Investigación de Mercados de la Universidad de Valencia, Enrique Bigné, señalaba ayer que los datos televisivos del Mundial estarán marcados por las crisis y el papel de la selección. "Este torneo va a combinar un buen producto como es el juego de la selección española, cuyo fútbol no había destacado hasta la anterior Eurocopa, con las dificultades de la gente para disfrutar de otro tipo de ocio más caro y que les atraiga más", apunta.

El último partido de la selección española en el pasado Mundial, disputado en 2006 en Alemania, tuvo una audiencia próxima a los nueve millones de espectadores, con una cuota de pantalla del 51 por ciento, cifra que se vería superada en esta primera fase y aún más si se superan las siguientes eliminatoria, tal como sucedió en la pasada Eurocopa, con la que Cuatro llegó a tener picos por encima de los 15 millones de seguidores. El pasado Mundial contó, según la FIFA, con más de 26.000 millones de espectadores, 715 de ellos en la final, cifras globales que se superarán y registros españoles que están en condiciones de ser superados.

"Es evidente que un porcentaje muy elevado de la población se empapa de fútbol y deja tanto de ver otras cosas por la televisión como de consumir otros productos de ocio, por lo que el Mundial es un soporte bueno para determinadas acciones comerciales", apunta Bigné.

Por otro lado, la selección española juega hoy su último amistoso antes de la cita mundialista, que será ofrecido por La 1 a partir de las diez de la noche. Tras el España-Polonia, la cadena pública estrena el documental El alma de la Roja, que recoge los momentos más importantes del equipo, con la culminación de su segundo título europeo hace dos años y partiendo como favorita en Suráfrica.

Santiago Zannou, ganador del Goya a la mejor dirección novel por la película El truco del manco, es el realizador que se encarga de este montaje retrospectivo, desde el debut de la selección en los Juegos Olímpicos de Amberes, donde nació su primer apelativo, La Furia. En El alma de la Roja aparecen testimonios actuales de grandes figuras de la selección como Di Stéfano, Ramallets, Pepe Claramunt, Víctor Muñoz, Luis Aragonés, Vicente Miera, Luis Suárez, Rafael Gordillo, Emilio Butragueño o el director deportivo de la Federación, Fernando Hierro.