Televisión Española quiere iniciar esta noche su particular reconquista; la de la audiencia, y para ello confiará plenamente en sus propios Reyes Católicos. Michelle Jenner y Rodolfo Sancho regresan al prime time de La 1 con los nuevos episodios de Isabel, la serie revelación de la pasada temporada en la que la corporación pública tiene actualmente puestas todas sus miras de cara a lograr la esperada oxigenación de sus pobres datos de audiencia del pasado verano.

En esta ocasión, la serie retoma los hechos históricos desde la llegada al trono de Isabel y Fernando hasta la unificación de los reinos peninsulares y la colonización de nuevas tierras, cerrando la temporada con la partida de Cristóbal Colón hacia las Indias. A pesar de que el elenco artístico de la serie se amplía de forma notoria con respecto a la primera entrega, el peso de la trama recaerá, fundamentalmente, en la figura de los Reyes, que tendrán que afrontar enfrentamientos de poder entre ellos mismos y con los demás reinos para mantener su hegemonía. "Sorprenderá el cambio de los protagonistas. Isabel dejará de ser una niña y mostrará su serenidad pero también su fortaleza. Tanto Michelle como Roberto dejarán claro lo buenos actores que son en esta nueva temporada", asegura tajante el director de la serie, Jordi Frades.

Aunque está convencido de que la serie "va a más en esta nueva entrega", su creador se muestra excesivamente precavido cuando habla de la segunda temporada, sin parecer importarle demasiado el premio a la Mejor Ficción que recibió el pasado sábado en el FesTVal de Vitoria. "Todo el mundo habla del éxito de Isabel pero hay que reconocer que las cosas se pueden torcer y que la contraprogramación es muy fuerte. Me da miedo el titular Isabel destronada y por eso me muestro con mucha precaución, modestia y humildad antes del estreno. A pesar de ello, estoy convencido de que esta temporada es mejor que la primera y que hemos conseguido que la serie siga creciendo en cada episodio".

El respaldo, en cualquier caso, no sólo le llega a través de la crítica y de sus excelentes datos de audiencia, sino también desde la propia corporación pública, que, a pesar de su época de recortes y antes de ver el resultado de la segunda, ya ha encargado a Diagonal TV la tercera temporada. "Estamos satisfechos y agradecidos a TVE por este nuevo encargo, pero no por eso nos mostramos confiados. Sabemos que el espectador va a necesitar más en cada temporada y por eso, para nosotros, cada capítulo es un reto", explica Frades sin olvidar, como es lógico, los meses de "calvario" que tuvo que pasar desde que entregó la serie a TVE hasta que la pública se decidió a estrenarla. "Fueron nueve meses muy duros. Lo recuerdo como una época oscura y triste porque creíamos que todo el trabajo que habíamos hecho se quedaría en el olvido. Por suerte, la situación se recondujo y todo cambió", recuerda.

A pesar de este inicio a trompicones, Isabel se convirtió pronto en una de las 'niñas bonitas' de TVE, y por eso es una de las pocas series a la que no ha recortado presupuesto. "Con menos dinero no podríamos haberlo hecho. Ya con la primera temporada perdimos dinero y ahora nos hemos tenido que ajustar al mismo presupuesto para hacer una producción más costosa, con más exteriores, más personajes y más batallas. En ese sentido ha sido una temporada muy dura", remarca el director.

Y es que, si por algo destaca la nueva temporada es por sus exteriores, sobre todo, los realizados en Granada para explicar la trama Nazarí. "El rodaje en la Alhambra fue un privilegio y mucho más fácil de lo que pensábamos. Es cierto que se tuvieron que realizar algunos retoques de postproducción para eliminar algunos detalles que no corresponden a la época, como algunas banderas, campanas o tapaderas de desagües, pero el esfuerzo mereció la pena. Lo más complejo de nuestro paso por Granada fue el poco tiempo del que disponíamos, ya que por ejemplo, para rodar la escena del Patio de los Leones sólo tuvimos una hora, por eso todo tenía que estar superpensado de antemano. Ahora cuando lo veo me siento satisfecho, pero con ganas de más", resalta. Ni a Frades ni a su equipo le ha importado tener que desplazar las cámaras hasta el mismo corazón de Sierra Nevada y tener que hacer un buen tramo del recorrido a pie para rodar con más veracidad el entierro del Mulán Hacén, una escena que queda en segundo plano en cuanto a complejidad si la compara con la reproducción casi al milímetro del cuadro La rendición de Granada, una escena de poco más de 30 segundos y en cuya realización tuvieron que emplear toda una mañana de trabajo. "Ha sido la escena más difícil de todas las que he hecho porque siempre había algún detalle que no coincidía, algún caballo que se movía, algún personaje que se tapaba...", recuerda el director mientras matiza que tuvo que obviar algunos personajes del cuadro original porque todavía no estaban definidos quiénes serían los actores encargados de interpretarlos. Tuvo que quedar satisfecho con la experiencia pues ya tiene ideada la reproducción de una nueva obra pictórica para la tercera entrega.

Junto a los exteriores, en la segunda temporada de Isabel tendrán mucho peso las infidelidades de Fernando en su matrimonio, aunque, según Frades, ello no añadirá ningún morbo a la trama. "A pesar de que hay escenas de cama para explicar la dificultad que tuvo la pareja a la hora de concebir a su primer hijo, el morbo será cero. En la primera temporada se incluyeron ciertas escenas que hoy por hoy no habría incluido. Queremos dar un paso más a la fidelidad histórica que ya tenía la primera temporada, por eso no nos permitiremos algunas licencias dramáticas", concluyó el director.