Una vez que supo lo que "era parir un cómic", gracias la publicación el año pasado de su primera obra dedicada a los "flipados" que genera la pasión, el humorista Raúl Cimas le tomó gusto a esto de traer tebeos al mundo y, en tan sólo un año, vuelve a aparecer con Orgullo Brutal. El chanante humorista manchego, conductor de la venerada selección humorística de Óxido Nitroso en Canal +, ha optado en esta segunda obra por hablar de esa otra clase de "personajillos" que, una vez que das con ellos, "te los encuentras sin parar". Y es que él tiene cierta ventaja para toparse con ellos tan sólo poniendo "la lupa en conversaciones con amigos". "Me gusta mucho salir con los amigos a tomarme unas cervezas, como a todo el mundo, y una vez que se acaba de hablar de fútbol y de política al final llegas a las chorradas, y de ahí es de donde pesco".

Con esta técnica de "observador", ha conseguido dibujar y guionizar "160 idioteces" en este libro editado por Blackie Books. En Orgullo Brutal Cimas relata la vida de personas que llevan al límite su orgullo hasta al punto de sacar una carcajada con su actitud, así consigue sacar "la parte divertida de las cosas tristes" a personas con perfiles que van desde el famoso de la televisión pasado de todo, el ultra del fútbol obcecado, o uno muy común cuando el calor aprieta y las cervezas se toman en la calle.

Como matiza, la profesión de cómico también "arriesga mucho" ya que su gremio es consciente de que siempre habrá alguien a quien le caiga mal la broma. Incluso, como se atreve a afirmar, la gente "odia con visceralidad" a los humoristas cuando éstos no dicen lo que el se espera. "No sé si será cosa de este país, pero cuando no te entra alguien bien le coges asco", observa el que fuera uno de los fundadores de La hora chanante. Junto al Clan de Albacete (formado por sus inseparables Joaquín Reyes, Ernesto Sevilla o Julián López ) está aún a la espera de la emisión de Retorno a Lilifor, en alguno de los canales de Atresmedia.

Su objetivo de momento es además sacar un cómic al año, un reto al que llegó un poco "por caprichos del destino", asevera. Si hay que destacar algún personaje de sus las obras publicadas Cimas destaca a Yogur de Piña, una especie de Pepito Grillo que, como adelanta, nunca" desaparecerá de sus próximos tebeos. "Yogur se está haciendo el gran protagonista del tebeo", reconoce. Y concluye: "creo que es la parte más bonita, y mira que tiene mala leche. Yo soy un poco así, me ataco con fiereza cuando estoy solo, me doy mucha caña, y dibujando, sobre todo Yogur de Piña, se me quita. Es como verse en un espejo". Puro Óxido Nitroso, panorámica de culto sobre el humor internacional.