En este país los parados no están por aprender. O así lo parece. Mientras Aquí hay trabajo cuenta invariablemente con una audiencia siempre superior a los 30.000 espectadores, el programa que le sucede, La aventura del saber, pierde casi siempre a un tercio de los seguidores, como ocurrió esta semana cuando se quedó con 9.000. Los 4.755 audímetros instalados en la actualidad en nuestro país, con un margen de error de sólo un 5%, según aseguran los expertos, reflejan que La aventura del saber, pasadas ya sus 4.000 ediciones, fue vista por un 0,3% de audiencia, o lo que es lo mismo, no fue vista por un 99,7% de los espectadores que consumen televisión matinal.

Por eso decía, medio en broma medio en serio, que da la impresión de que los parados en este país no quieran saber demasiado. Tiempo tienen. ¿Pero acaso salen corriendo a la calle en cuanto toma nota de las ofertas de Aquí hay trabajo? Me temo que no. Simplemente hacen zapping. Migran hacia otras señales. Como otros cientos de miles de españoles.

Al director y presentador de La aventura del saber, mi buen amigo Salvador G. Valdés, no le hace ninguna gracia que lleve a cabo estas apreciaciones. No le gusta, en definitiva, que se publiquen cifras acerca de la audiencia de su programa. Él sostiene que a estas alturas están obsoletas. Que el consumo lineal no cuenta. Que lo relevante sería saber quién lo descarga en la web y lo ve cuando le place.

No quiero llevarle la contraria. Puede que sea cierto. Lo que no es óbice para que yo siga cotejando, con estupor, la cantidad de programas que no pasan del 'cero técnico'. Sin ir más lejos, todos esos que TVE produce y emite sólo para el circuito catalán, con el dinero de todos. Con un 0,1% de audiencia. Si alguien conoce a alguien que los vea, que me lo comunique. Gracias.