San Fernando es escenario de un simulacro de accidente del tranvía. Bomberos, servicios sanitarios, Policía Local y Policía Nacional se han implicado en esta acción con la que se pone a prueba el plan de emergencias de este transporte, según ha explicado la delegada territorial de Fomento, Carmen Sánchez.

En torno a 100 personas han participado en la puesta en escena de la reacción a un choque entre un vehículo y el tranvía en el que es necesaria la evacuación de los pasajeros y la atención a los heridos, tanto los ocupantes del turismo, en este caso, como del interior del convoy, al producirse un incendio en el interior. También se examinaba la reacción de la Agencia de Obra Pública de la Junta de Andalucía encargada de gestionar el sistema de transporte y de Renfe que se encarga de la explotación comercial.

La glorieta Felipe V, en el cruce entre calle Real y la avenida Ponce de León, ha sido el lugar escogido para esta operación a la que ha acudido la delegada territorial de Fomento que ha destacado "la perfecta coordinación entre las distintas administraciones públicas" que estaban implicadas en la simulación; la delegada territorial de Salud y Consumo, Eva Pajares; y el director gerente de la Agencia de Obra Pública, Julio Caballero. La alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada, ha señalado que para la ciudad supone un paso importante convencidos de que permitirá dinamizar el municipio al convertirlo en "centro de movilidad de la ciudad" y "compaginar su funcionamiento con la actividad propia de la localidad".

Este simulacro antecede a las pruebas en blanco comerciales con viajeros no reales que se desarrollarán a partir de la próxima semana, ha precisado Sánchez, que responde a la necesidad de conocer cómo funciona de manera normal el tranvía para el que todavía se están cerrando los detalles de los horarios y la tarifa de uso.

Entre el centenar de participantes en la práctica se encontraba un buen número de figurantes que viajaban en el interior del tren. Tras el accidente y el fuego que se originaba en el tranvía, algunos eran evacuados, primeros dirigidos por el personal hacia la parte posterior del convoy y luego con la apertura de puertas en esa zona para agruparlos y alejarlos de los vagones a continuación. Dentro aún quedaban algunas personas accidentadas, hasta el punto de que los servicios sanitarios que previamente habían comprobado el estado de los pasajeros más afectados debían sacarlos con la ayuda de bomberos, que ha desplegado medios necesarios para responder al suceso tanto sobre tranvía como del turismo privado siniestrado.

El vehículo, en el que se simuló con un aparato de humo un incendio, estaba ocupado por dos actores que interpretaban perder el conocimiento y quedar atrapados, y luego fueron objeto del trabajo de emergencias de Policía Local, bomberos y servicios sanitarios que actuaban de manera coordinada. Desde la extinción del fuego, pasando por el rescate del conductor y la copiloto tras las labores necesarias para estabilizarlos, hasta la operación para la supuesta extracción del propio coche con la pluma grúa de uno de los vehículos de Consorcio Provincial de Bomberos. 

A unos metros, mientras tanto, los servicios sanitarios terminaban instalando una carpa para atender a los heridos que estaban identificados por su estado de salud tras el accidente e incendio. Poco a poco habían llegado nuevas unidades móviles para sumarse al operativo. La secuencia del ejercicio se iniciaba, precisaba la Consejería de Fomento en un comunicado posterior, con el choque simulado del tren con vehículo privado, lo que provocaba un descarrilamiento del tren y un incendio en cabina, con gran cantidad de humo. Al no poder ser sofocado por el personal de abordo se activaba el plan de actuación con una llamada al puesto de control central de Pelagatos (Chiclana) y al centro de tráfico de la Estación de FFCC de Santa Justa.

La prueba permite, detallaba la Junta, consolidar la formación del personal que interviene en la gestión de las incidencias, verificar los procedimientos de actuación, comprobar los protocolos de comunicaciones y evaluar la coordinación entre la Agencia de Obra Pública y Renfe Viajeros con los colectivos implicados, en cuanto a tiempos de respuesta, competencias y funciones de la emergencia.

Las conclusiones se incorporarán al Plan de Autoprotección del TramBahía, ya redactado por Renfe y en fase de tramitación administrativa para su aprobación.

Tras el acuerdo de Consejo de Gobierno del 30 de agosto, que autorizó un gasto de 55,81 millones de euros en diez años para la adjudicación y contratación con Renfe de la prestación del servicio público de transportes, la puesta en marcha del tranvía llega a su recta final. Este contrato con Renfe incluye la dotación y organización del personal para la explotación comercial, como conductores, operadores del Puesto de Control Central, supervisores, comerciales y personal de Atención al Cliente, además de la coordinación con todos los mantenedores.

La Consejería de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda gestionará la explotación del tranvía a través de la Agencia de Obra Pública de la Junta de Andalucía, apoyándose en el contrato de prestación del servicio a formalizar con Renfe, y en otros diez contratos de mantenimiento con diferentes empresas que se encuentran en vigor. El tranvía de la Bahía, recientemente bautizado como TramBahía, cuenta 21 paradas y un recorrido de 24 kilómetros por plataforma urbana de nueva ejecución y por la línea de ferrocarril compartida con los trenes de Media Distancia, Cercanías y Altas Prestaciones entre Río Arillo y Cádiz capital.