Se acercan fechas con puentes en el calendario y quien más quien menos ya tiene pensado sus planes para viajar unos días con familiares y amigos. Pero una cosa es nuestra idea y otra verla ejecutada en acciones y vivencias.

Existen numerosas rutas para perderse en otoño, cerca y más lejos de nuestro domicilio habitual, y después existen destinos ideales para esta época del año. Uno de ellos es, sin duda, la ruta por la Ribera del Duero, sobre todo si eres amante del vino. 

Tal y como explican los especialistas en viajes, la Ribera del Duero es una región de Castilla y León fascinante, perfecta para una escapada de fin de semana. Entre las provincias de Burgos, Valladolid, Soria y Segovia, podremos visitar localidades como Peñafiel, Roa, Aranda de Duero, San Esteban de Gormaz, Peñaranda de Duero o Santa María de la Vid, repletas de campos de viñedos y bodegas, con maravillosas ruinas romanas, castillos centenarios y monasterios en los que encontrar la paz y el descanso que nos resta habitualmente nuestro día a día.

Por no hablar de la excelente gastronomía castellana que podrás gustar, acompañada de los mejores vinos D.O Ribera del Duero. Y es que en España podemos ofrecer turismo de playa, turismo de nieve, turismo rural y también turismo enológico y cultural, siempre pendientes del aspecto ecológico, porque, tal y como destacaba recientemente el enólogo Álvaro Martín, "es imprescindible que seamos más ecológicos, en el vino y en todo".

Más de 100 kilómetros de bellos paisajes y lugares mágicos

Almena de Peñaranda de Duero

La ruta por la Ribera del Duero propuesta nos conduce por la N-122, carretera que atraviesa el corazón de esta zona vinícola del Valle del Duero y alrededores, combinando el patrimonio histórico y vinícola. Unos 110 km. de bellos paisajes, pueblos con encanto y monasterios y fortalezas increíbles.

Entre las provincias de Burgos, Valladolid, Soria y Segovia, podremos visitar localidades como Peñafiel, Roa, Aranda de Duero, San Esteban de Gormaz, Peñaranda de Duero o Santa María de la Vid

Podrás hospedarte en lugares mágicos como un antiguo monasterio, en un hotel con bodega y spa, o en un castillo y degustar algunos de los vinos más valorados del mundo. Relajarse en balnearios, visitar el castillo de Peñafiel y el museo del vino, realizar catas de vinos y visitas a bodegas, tanto subterráneas, como las de Aranda de Duero con una visita teatralizada, como las más vanguardistas, como las diseñadas por Norman Foster (Bodegas Portia en Gumiel de Izán).

La ruta por la Ribera del Duero nos permite también visitar la villa romana de Santa Cruz (Burgos), testigo de la cultura del vino desde la época romana y, como no, entretenerte degustando la gastronomía de la Ribera del Duero, en la que no pueden faltar platos como el lechazo, la sopa de ajo y los quesos.