Opinión

Optimismo ante la incertidumbre

Lola Gómez, gerente de Clisol Agro, mostró el modelo agrícola almeriense al presidente de Camacol.

Lola Gómez, gerente de Clisol Agro, mostró el modelo agrícola almeriense al presidente de Camacol.

Lola Gómez Ferrón, gerente de Clisol Agro Lola Gómez Ferrón, gerente de Clisol Agro

Lola Gómez Ferrón, gerente de Clisol Agro / Rafael González (Almería)

Te sientes un poco rara cuando estas inmersa en tu discurso y rutina diaria y de pronto te das cuenta de que estas hablando a tus clientes de medidas preventivas y profilácticas contra los “virus”, en este caso de nuestros vegetales, algo cotidiano para nosotros y con los que afortunadamente y gracias a los avances varietales, en cuanto a tolerancias y resistencias a estos, hemos conseguido convivir con ellos al igual que con cualquier otra vicisitud agronómica.

Sin embargo, ha sido y esta siendo otro tipo de “virus”, con corona y con un reino cada vez mas extendido en todo el planeta, el que ha cambiado totalmente nuestras vidas, hábitos y costumbres.

Un virus que como todos, no entiende de fronteras, pero que sin embargo se intenta luchar contra él individualmente cada región, territorio o país por su cuenta y consecuencia de este nefasto proceder es la situación que estamos viviendo actualmente.

Desde mediados de marzo y hasta el pasado mes de julio, interrumpimos nuestras visitas y actividades en torno a nuestra Agricultura Protegida por el estado de confinamiento provocado por la COVID-19.

“Hemos sido capaces de rebasar los problemas con una capacidad de innovar y cambiar que no tiene precedentes”

Afortunadamente hemos podido reanudar nuestra actividad durante el verano, con todas la medidas de seguridad y protocolos, por supuesto, para poder seguir en contacto directo con nuestros consumidores.

La actividad agrícola, como todos sabemos no cesa en ningún momento, ya que la nueva campaña se avecina y debemos de seguir produciendo nuestras hortalizas y frutas para abastecer a toda Europa.

Es cierto que reina en general una sensación de incertidumbre en la sociedad que creo que no nos debe alejar de nuestra misión y cometido.

Nuestra agricultura ha sabido siempre adaptarse a los cambios, hemos sido capaces de rebasar los problemas con una capacidad de innovar y cambiar que no tiene precedentes.

Ya fuimos un verdadero ejemplo como sector en los meses de marzo, abril, mayo y junio de este año. Todo el mundo continuo trabajando con un exquisito nivel de seguridad y responsabilidad.

Y como la situación continua, deberíamos de poner a trabajar nuestra capacidad analítica y darnos cuenta de que este Coronavirus nos ha traído muchos problemas, pero también oportunidades.

Considero que ahora mas que nunca debemos de presentarnos ante nuestros consumidores como lo que somos desde hace décadas, las mujeres y hombres que trabajan cada día para que todo el mundo disponga de una dieta saludable y variada durante los doce meses del año. Que seguimos trabajando para ellos independientemente de alarmas, confinamientos, etc.

Por mi experiencia con el trato directo con nuestros consumidores, cada día, sigo viendo el desconocimiento que tienen de nosotros y de nuestras historias de vida, la de los agricultores y también la de nuestros vegetales.

Son muchos los argumentos que podemos y debemos de utilizar en el presente y futuro.

El cambio climático, la situación de superpoblación y algunos otros factores que vienen siendo la causa de los graves problemas que afronta la humanidad y que según los expertos no han hecho nada mas que empezar. Estamos viviendo una pandemia provocada por una zoonosis y aunque en este caso aun no esta claro por medio de que animal se ha pasado el virus a los humanos, si que conocemos de otros casos como los del Ébola, Zika, Gripe Aviar o Fiebre Amarilla, siendo en alguno de ellos el trasmisor, un mosquito que por efectos del cambio climático alarga su ciclo de vida, aumentando su capacidad transmisora.

Hechos como este y otros muchos, nos sitúan en un sector clave y estratégico por nuestra capacidad de producir alimentos sanos y con una eficiencia manifiesta en cuanto al uso de recursos como el agua o la tierra. Contribuyendo a la vez a mitigar los efectos de ese Cambio Climático con técnicas como el Control Biológico, el blanqueo y lo que supone para la región gracias al Efecto Albedo que genera y otros tantos datos a nuestro favor que deberemos de reivindicar.

Para mi una de nuestras grandes carencias es la capacidad de poner en valor lo que hacemos y que toda la sociedad sepa, entienda y conozca que significa nuestra provincia en cuanto a sostenibilidad ambiental, social y económica en la producción de alimentos y en la redistribución de la riqueza.

Quizás en un escenario como el que estamos viviendo, me atrevería a decir que aparte de seguir con nuestros cultivos saludables y sostenibles, produciéndolos con todos los protocolos y medidas de seguridad, nos queda a todo el sector la gran asignatura pendiente: APRENDER A COMUNICAR.

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