¿Qué es la maniobra de Heimlich y cómo realizarla de forma efectiva?

En la playa, caminando, en un restaurante o en tu oficina de trabajo. Nunca sabes cuándo puedes encontrarte ante un caso asfixia y "puedes salvar vidas", según apuntan desde la Policía. Quien más, quien menos se ha visto en alguna ocasión en dificultades ante un alimento que se ha ido por mal sitio o ha dejado obstruida la garganta durante un momento. Hace un tiempo salvaron a una anciana atragantada en un bar de Gerena y más recientemente no se pudo evitar la muerte de un bebé de dos años tras atragantarse con un anacardo. ¿Cómo es posible ayudar en estos casos? Sabiendo realizar la maniobra de Heimlich ¿Qué es la maniobra de Heimlich y cómo realizarla de forma efectiva? Aquí os lo contamos

Este maniobra de primeros auxilios, que debe el nombre al doctor Henry Heimlich, no sirve como solución a un atragantamiento parcial, en el que una persona puede toser fuerte pero sigue manteniendo parte de respiración. Estamos ante un "procedimiento rápido de primeros auxilios para tratar la asfixia debido a la obstrucción de las vías aéreas superiores por un cuerpo extraño, en forma típica un alimento o un juguete".

Pasos para practicar la maniobra de Heimlich

Para ejecutarlo de forma correcta desde la Policía nos recomiendan llevar a cabo estos cuatro pasos:

1. Colocarse detrás de la persona a la que hay que realizar la maniobra y abrazarla por la espalda con los dos brazos abiertos.
2. Inclinar a la víctima hacia delante para facilitar la salida del objeto causante de la obstrucción
3. De pie, en posición vertical ambas personas, colocar una mano cerrada apoyando el puño sobre el abdomen (entre el ombligo y el final del esternón) y la otra recubriendo la primera.
4. Presionar rápidamente y con fuerza en ese punto, en dirección hacia dentro y hacia arriba.

Lo que se consigue con esta maniobra es elevar el diafragma mediante compresiones abdominales y hacer que sea el aire de los pulmones el que termine expulsando el elemento que nos impide respirar con normalidad.

No es una técnica que se puede ejecutar a todo el mundo. Realizarla sobre bebés de menos de un año es contraproducente y bastante peligroso hacerlo también con niños de menos de veinte kilos (sólo deben recibir compresiones moderadas y golpes en la espalda) y con personas obesas y mujeres al final del embarazo (deben recibir compresiones torácicas en lugar de abdominales).