El detenido por el crimen de los tres hermanos de Morata de Tajuña (Madrid), Dilawar Hussain Choudhary, ingresaba ayer en prisión provisional tras pasar a disposición judicial. Hasta el momento lo único que contó fue que había matado a los tres hermanos de Morata de Tajuña y esto fue lo que reiteró ante el juez que lo ha enviado a la cárcel, pero no dijo mucho más.

En el auto del juez al que tuvo acceso el diario El País, el titular del juzgado número 5 de Arganda del Rey detallaba que el crimen se cometió el 17 de diciembre, un mes y un día antes del hallazgo de los cadáveres. Para acabar con la vida de las tres víctimas el acusado utilizó una barra pero ésta no se ha encontrado, por el momento.

El juez ha tomado la decisión del ingreso en prisión preventiva ante el riesgo de fuga (no es español) y la posible alteración o destrucción de pruebas. “En el transcurso de la comparecencia, el detenido ha reconocido la autoría de los hechos y se ha ratificado en lo declarado ante la Guardia Civil”, especifica el Tribunal Superior de Justicia de Madrid en un comunicado. Desde este miércoles ingresará en la cárcel de Estremera, en la que ya estuvo por una agresión previa a una de las hermanas, Amelia, con un martillo.

El auto abre la posibilidad de que Choudhary recibiera ayuda en algún momento del hecho delictivo, algo que está en estos momentos investigando la Guardia Civil. Dilawar no contaba con vehículo propio para llegar hasta Morata y hay testigos que aseguran haberlo visto en compañía de otro hombre en extrañas circunstancias, por lo que los agentes están tirando de estos hilos por si existiera la colaboración de otra persona en el crimen.

Tanto el Ministerio Público como el juez señalan las lagunas en la declaración que el acusado ofreció en la Guardia Civil para apuntar la posible existencia de más implicados. Fuentes cercanas a la investigación apuntan a que su principal hipótesis es que el detenido actuara solo, pero creen posible que un tercero le ayudara a deshacerse del arma del crimen.

El auto indica que, cuando se le preguntó por la ubicación del arma homicida, Choudhary solo dio “explicaciones vagas” que no permitieron hallar este objeto. Los investigadores sospechan que el motivo por el que no puede señalar la ubicación es que alguien “tiene la barra o se deshizo de ella”.

Además en su declaración ha asegurado que cuando cometió el crimen estaba bajo los efectos de sustancias estupefacientes, lo que podría ser un atenuante que supusiera la reducción de la condena que reciba.

Los informes forenses ya habían indicado que la muerte se había producido por los golpes de un objeto “contundente y alargado”, algo que el acusado confirmó al describir que había usado una barra. Fuentes cercanas al caso aseguran que el Dilawar entró a la vivienda con llave, que no forzó ninguna puerta y que pilló a los hermanos “por sorpresa”. El juez también tiene dudas sobre las explicaciones del detenido sobre cómo quemó los cadáveres, ya que él aseguró que simplemente había usado un mechero.

Los agentes siguen investigando los registros de las conexiones a las antenas de Morata de Tajuña del 17 de diciembre en busca de pruebas que permitan conocer si había otro teléfono sospechoso conectado a ella.   

Hasta el momento de la agresión a Amelia en enero de 2023, su expediente delictivo estaba completamente limpio. Llevaba décadas instalado en España. Estas circunstancias hicieron que en 2022 consiguiera la nacionalidad española.

A pesar de que la abogada de Dilawar Hussain ha solicitado su puesta en libertad aludiendo a que tiene que trabajar para mantener a su familia, el juez se la ha denegado porque considera que existe riesgo de que vuelva a Pakistán y este país no tiene acuerdo de cooperación judicial con España.