A vueltas con los pronósticos y con la mirada en el cielo durante la mañana. No las tenía todas consigo la Hermandad del Perdón. Desde hacía días, los partes meteorológicos auguraban lluvia y eso estaba condicionando el ánimo de los integrantes de esta hermandad. A las seis y media de la tarde, los nubarrones desfiguraban el cielo. El Perdón tenía un dilema. “Estamos expectante”, decía el nuevo hermano mayor de la cofradía, José Raúl Zarzuela, quien se estrenaba en el cargo. Al final, no pudo ser y El Perdón se quedó en su casa, la basílica de Santa María.

La Hermandad de Nazarenos del Santísimo Cristo del Perdón, María Santísima de la Piedad y San Juan Evangelista no salió a la calle a las ocho de esta tarde ante la amenaza de lluvia. Este año, los hermanos han hecho un esfuerzo económico para que el valioso paso de misterio luciera con esplendor. Estrenaban el estucado de los dos respiraderos de los laterales y cambiaron el exorno floral, con claveles rojo sangre de toro. Pero no hubo salida. Este año, el Perdón, hermandad que tiene más de 300 años de antigüedad, había considerado que la primera levantá la hiciera Manuel Jesús Pérez Poveda, antiguo capataz de la cofradía hace 31 años.

La talla de María Santísima de la Piedad lucía esplendorosa gracias. Estaba ataviada con la valiosa saya bordada, a juego con el manto de estrellas y tocado color beige, vestimentas que datan del siglo XVIII. Una obra de costura importante, que se restauró en los años 80 del siglo pasado.

Arcos vive cada año el ecuador de su Semana Santa, declarada de interés turístico nacional con la salida de El Perdón, donde se viven momentos muy llamativos como la salida y entrada por las gradas de Santa María o el Callejón de las Monjas, donde el paso de misterio pasa casi encajonado y a un centímetro y poco de las paredes de la vía. Hay que recordar que el pueblo celebra este Jueves Santo con dos procesiones: la Vera-Cruz y el Silencio. Y la Madrugá la protagoniza la salida del Nazareno.