En silencio, con la cabeza levantada, la mirada clavada en la Dolorosa y los ojos encharcados a punto de descargar un mar de lágrimas. La estampa de un cargador delante del paso de palio de la Virgen del Patrocinio, a las cinco y media de la tarde de ayer, resumía la tristeza que invadió la iglesia del Carmen cuando a esa hora se extendió el rumor de la suspensión de la procesión de la cofradía del Prendimiento.

Pocos minutos después, la hermana mayor, Rosa de la Jara, hacía oficial el anuncio de la peor noticia posible para la familia cofrade del Prendimiento. "Los componentes de la junta de gobierno nos hemos reunido y hemos decidido suspender la salida porque los partes meteorológicos no son buenos, predicen claros y nubes y en estas condiciones no se puede. Los sentimos mucho y pedimos perdón, esto es muy complicado". Un aplauso colectivo de los hermanos respaldaba la dolorosa decisión de los rectores de la hermandad. "¡Bien hecho, Rosa!", gritó de forma espontánea una hermana.

Aunque la hora de la procesión estaba fijada para las cinco de la tarde, los responsables del Prendimiento apuraron media hora más hasta adoptar la decisión definitiva. "Es una situación difícil", comentaba la hermana mayor, que ya sabía que La Palma y Nazareno del Amor tampoco habían asomado al cruz de guía por culpa de un maldito chirimiri que estropeó el Lunes Santo. Rosa reflejaba en su rostro la incertidumbre de las últimas horas, la misma que vivieron los componentes de la cofradía que fueron llegando a la iglesia del Carmen.

Las lágrimas de tristeza afloraron entre muchos hermanos mientras el director espiritual de la cofradía, el padre carmelita Francisco Víctor López, dirigía una oración por los difuntos pertenecientes a la hermandad, por el trabajo realizado para la estación de penitencia, y "para que sigamos trabajando por el bien de la Iglesia a través de la hermandad".

Lo que sí hicieron los componentes de la junta de gobierno, el director espiritual y los hermanos que quisieron fue acudir en comitiva a la Catedral a las ocho y media de la tarde para hacer estación de penitencia y llevar al Santísimo el velón y un ramos de flores. Antes, en la iglesia del Carmen, brotaron las saetas dedicadas a las imágenes titulares.