La portentosa imagen del Santísimo Cristo de la Sangre preside el vía crucis con el que la hermandad de los Desamparados echa el cierre a la Cuaresma en San Fernando. Es el último acto de culto que se da en La Isla antes del Domingo de Ramos, para el que tan solo quedan unas horas.
La talla de Alfonso Berraquero ha salido de la antigua capilla de San José a las nueve de la noche para adentrarse en las Siete Revueltas siguiendo el rezo de las estaciones que conmemoran la Pasión de Jesucristo.
La hermandad, fiel a su estilo, lleva a cabo este acto penitencial con el que se agotan las últimas horas del Sábado de Pasión con gran recogimiento.
La cercanía del impresionante crucificado de la Sangre impone a los isleños que se han acercado a contemplar este vía crucis que recorre las calles antes de comenzar una nueva Semana Santa en San Fernando después de dos años sin procesiones en la calle.
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