Diario Cofrade

Semana Santa en San Fernando: Ese Jueves Santo que espera

  • Numerosos isleños hacen cola para ver al Nazareno en las vísperas de su madrugada

  • El rito del bastón del Regidor Perpetuo se celebra a puerta cerrada en la Iglesia Mayor 

  • Lágrimas y emoción en la Bazán con la hermandad de Tres Caídas, saetas en la Pastora y velas de promesa para el Perdón 

Jueves Santo en San Fernando

Si hay una imagen que define esta Semana Santa de altares y rutas por los templos es la que ha brindado este Jueves Santo la hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno pasado el mediodía, cuando ha abierto las puertas de la Iglesia Mayor Parroquial para permitir las visitas de devotos y fieles en las vísperas de otra madrugada truncada por la pandemia. La cola, nada más abrir, llegaba hasta la farmacia, a la altura de la calle San Nicolás. Era previsible, claro. Y la calle Real empezaba ya a mostrar su mejor ambiente, casi como si fuera una Semana Santa normal. 

Dentro de la parroquia, además, se han vivido momentos emotivos y de gran intensidad a medida que los isleños iban entrando y se plantaban a los pies de Jesús Nazareno y de María Santísima de los Dolores, expuestos en el altar extraordinario que la cofradía ha montado para esta Semana Santa. Ha habido miradas de complicidad, rezos, gestos entrañables, fotos para el recuerdo y, sobre todo, mucho cariño en ese diálogo de apenas unos segundos que dura la visita a los titulares por el itinerario previamente establecido. Ya se sabe que, como se dice en esta hermandad, al Nazareno no hace falta saber rezarle, solo hay que ir, ponerse delante y hablarle. 

Poco antes de la apertura de las puertas de la Iglesia Mayor se ha llevado a cabo dentro de la iglesia un acto protocolario que ya es habitual en la Semana Santa isleña y que este año, a pesar de la pandemia, también se ha llevado a cabo en las vísperas de lo que debería haber sido la salida procesional de la hermandad. Se trata de la entrega del bastón de mando de la ciudad por parte de la alcaldesa, Patricia Cavada, a la imagen de Jesús Nazareno, que desde el año 2010 ostenta el título de Regidor Perpetuo de todos los isleños. 

El hermano mayor de la cofradía, José Fernández Mora, ha tomado la palabra en el transcurso del acto para recordar esa vinculación histórica de La Isla con la imagen de Jesús Nazareno, que se torna todavía más presente en medio de una crítica situación como la que se vive en la actualidad. "Hoy, tan cerca de él y sabedor de su infinita misericordia, le pedimos que no olvide su pueblo, que lo cuide, que vele por todos los isleños e isleñas, que reconforte a los que por causa de las enfermedades y especialmente de la pandemia lo están pasando mal y que acoja en la gloria eterna a los que ya  partieron a su encuentro", ha afirmado antes de recordar que "también es momento de darle gracias, porque casi sin darnos cuenta siempre está ahí para tender su mano al que necesita su protección y amparo".

"Tal vez el Jueves Santo del año que viene podamos decir en un momento como este que saldremos de madrugada a las calles de La Isla pero las personas de fe sabemos que Dios escribe recto con renglones torcidos, que las razones de Dios no son necesariamente las razones humanas. Sepamos aprender del sufrimiento y de la dificultad. En consecuencia lo importante será que sigamos el camino de fe que nos traza y que sea lo que tenga que ser. Mientras tanto sigamos trabajando para hacer el bien ni más ni menos, todo lo demás vendrá por añadidura", resumió al hablar del sentido de esta madrugada de Viernes Santo que viene de nuevo truncada por la pandemia. 
También la alcaldesa, en la breve intervención que ha realizado antes de llevar a cabo el gesto de la entrega del bastón para depositarlo a los pies de Jesús Nazareno, ha recordado lo presente de dicha devoción para los isleños , "especialmente ahora en estas complicadas circunstancias que nos han tocado vivir desde el pasado año, que han provocado mucho sufrimiento en las familias isleñas, que han perdido en algunos casos a algún ser querido y que han tenido que plantar cara a las consecuencias de la pandemia", ha reconocido antes de pedir también al Regidor Perpetuo su protección "para todos los isleños e isleñas, especialmente a los que sufren la enfermedad causada por esta pandemia y otras dolencias, para quienes necesitan una mirada de consuelo".  Aunque el Jueves Santo ha despertado a primera hora de la mañana en la otra punta de la ciudad, en el popular barrio de La Casería, y de la mano de su cofradía del Perdón.
A las diez se han abierto las puertas de la parroquia de la Inmaculada para vivir este atípico Jueves Santo de barrio. El Cristo del Perdón y la imagen de Nuestra Señora de la Paz -espectacularmente ataviada para la ocasión- presiden la jornada desde el altar principal de la iglesia en un montaje sencillo pero de suma elegancia que recuerda que La Isla celebra uno de los días más grandes de su Semana Santa.
La jornada ha dado comienzo con el rezo de una oración por parte del director espiritual y, posteriormente, se ha procedido a la bendición de las velas de promesa que este Jueves Santo, de un modo simbólico y a pesar de todos los pesares, mantendrán encendida la llama de la fe en el barrio de La Casería. Hermanos y fieles de la hermandad, desde primera hora, han empezado a dejar dichas velas como testimonio de este nuevo Jueves Santo en el que el Perdón tampoco cruzará su puente para llegara a La Isla.
En la parroquia de la Sagrada Familia, en la barriada Bazán, se han vivido también momentos de lo más emotivo nada más abrirse las puertas del templo. Los hermanos de la joven cofradía de las Tres Caídas, que no ven la calle desde hace tres años ya en 2018 se suspendió la salida ante la amenaza de lluvia, han sido incapaces de contener las lágrimas tras las palabras con las que el hermano mayor, Francisco Javier Cuevas, se ha dirigido a los presentes al aperturar el acto de veneración, que se ha limitado al horario de la mañana.
No han faltado las ofrendas florales a los pies del Santísimo Cristo de las Tres Caídas, que se ha colocado en el altar mayor, para acercarse a los suyos en un Jueves Santo que sido doloroso pero que también ha sabido hacer aflorar lo mejor de las devociones cofrades. La titular de la hermandad, María Santísima de las Angustias, ha presidido este altar efímero. Al templo no han dejado de llegar fieles. Y las escenas de emoción se han sucedido en las poco más de tres horas que el templo ha estado abierto.
Y colas se han visto también a lo largo de toda la mañana en la plaza de la Pastora para acudir a esa cita que cada Jueves Santo tiene con la cofradía de la Misericordia. Los titulares de la cofradía se han expuesto a la veneración de hermanos y fieles en su mismo altar de la capilla Molinello, ese rincón que la parroquia de la Pastora que es testigo de tantas oraciones a lo largo de todo el año. Aunque eso sí, exornado de una manera especial. La hermandad ha aprovechado este Jueves Santo para bendecir una nueva túnica blanca para el Señor que ha donado un hermano y que se ha mostrado junto a la capilla de los titulares.
En la parroquia de la Pastora han sonado a lo largo de la mañana poesías, la mítica marcha Amarguras tocada a guitarra y muchas saetas. La cofradía, en este nuevo año sin poder realizar su estación de penitencia, había invitado a varios saeteros a participar en este Jueves Santo encerrado en las cuatro paredes de la iglesia en un acto que bautizó con el nombre de 'Venerarte'.
La hermandad de la Expiración, aunque ha abierto brevemente esta mañana en San Francisco para recibir las habituales ofrendas del Ayuntamiento y del Consejo de Hermandades, ha concentrado los actos del Jueves Santo a la tarde, tras la celebración de los Santos Oficios. A las siete de la tarde ha congregado a los hermanos en el rezo de un solemne vía crucis. 

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