Asistir a la maniobra de salida del misterio de la Sagrada Cena desde dentro de Santo Domingo impresiona. El silencio, roto por el arrastrar de pasos de los cargadores al unísono, casi en un remedo de aquellas legiones romanas que erosionaban las calzadas del imperio con sus conquistas, se adueñaba del templo y de todo un barrio. El Señor y sus discípulos salían nuevamente a la calle sobre un paso que sigue pendiente de la finalización del dorado.

Antes de que se abrieran las puertas, el prior de la parroquia, Pascual Saturio, muy atento a todo cuanto sucedía en su templo, dirigió unas palabras a los hermanos de la Sagrada Cena, que con su hábito blanco fueron formando en el bello claustro interior de la iglesia. Saturio rezó un padre nuestro y comentó con los penitentes más jóvenes algunas indicaciones para que el cortejo no perdiera el orden en ningún momento.Este año la hermandad no cuenta con estrenos, pero la imagen de Luis González Rey, de 1995, y el avance en la terminación del paso, tallado por Juan Carlos Marchante, centraron la atención de los cientos de devotos que desde muy temprano se apretaban en las proximidades de la calle Sopranis y el Compás de Santo Domingo para verlo a su paso.

Junto al paso de la Sagrada Cena, el misterio de Cigarrera esperando a su Miércoles Santo junto a su madre, la Virgen de la Esperanza. El paso tuvo que ser desplazado de su lugar sobre sus patines para dejar espacio en el avance de la cofradía hermana.

El hermano mayor, Benjamín Muñoz, dedicó unas hermosas palabras a los fieles

Benjamín Muñoz, hermano mayor, dirigió unas sentidas palabras a sus hermanos, a los que pidió ayuda para paliar la necesidades de los más pobres. También se acordó de la Virgen. “Tú eres nuestra mayor protectora”.

La Agrupación Musical Santísimo Cristo de la Clemencia de Jerez ha sido la que ha acompañado musicalmente al único paso de la hermandad, interpretando como primera marcha Los Niños Hebreos.Con un avanzar majestuoso, el paso se fue perdiendo por la calle Sopranis en busca de San Juan de Dios, donde tuvo que esperar que terminara de pasar el Despojado antes de entrar en la Carrera Oficial.