Semana Santa en Puerto Real

Un Domingo de Ramos más lasaliano que nunca

El padre José Carlos Mellado durante la Eucaristía del Domingo de Ramos en La Salle

El padre José Carlos Mellado durante la Eucaristía del Domingo de Ramos en La Salle / C.P. (Puerto Real)

A pesar de todo, Domingo de Ramos. La Hermandad de la Borriquita de Puerto Real ha celebrado su día grande, su domingo de palmas y olivos que hoy ha sido más lasaliano que nunca. Las puertas del colegio La Salle – Buen Consejo de la ciudad se abrían hoy hacia adentro. Una celebración distinta, pero con el mismo sentimiento para conmemorar la entrada triunfal de Jesucristo en Jerusalén.

Los cofrades lo saben mejor que nadie. Ninguna Semana Santa se parece a la anterior. Y no solo es porque se puedan modificar itinerarios, exornos o porque el ambiente de la estación de penitencia en la calle varía. Cada pasión es distinta por los sentimientos que despierta en cada uno de ellos, y la de este 2021 no iba a ser menos. Nada se parece a la de 2019, cuando pudieron salir a la calle con todo el esplendor y, afortunadamente, nada se asemeja a la del pasado 2020 en la que el confinamiento lo paralizó todo.

Hoy tenemos una sensación agridulce. Estamos aquí viendo todos los enseres en las vitrinas y con los pasos sin montar, pero pensamos en el Domingo de Ramos del pasado año, cuando lo vivíamos detrás de una pantalla, y encontramos consuelo”, decía poco antes de la eucaristía el Hermano Mayor de la Borriquita, José Antonio Pantoja, quien vivía su primer Domingo de Ramos ostentando este cargo.

A las diez de la mañana se celebraba una Eucaristía en el teatro del colegio La Salle, en la que el coro de la Hermandad puso la parte musical. Los hermanos optaron por este espacio debido al viento de levante que hoy azota con fuerza. Estaba prevista la celebración en el patio del colegio, pero tampoco fue posible. Poco antes de esa hora, alrededor de 150 personas que previamente se habían inscrito, accedían al centro educativo tras pasar por un control de seguridad: toma de temperatura y lavado de manos.

En ese punto también se entregaron las palmas que se bendijeron poco después, junto a las ramas de olivo. Lo hizo el Padre José Carlos Mellado, que también se estrenó este domingo como Director Espiritual de la cofradía. “Hoy es un día entrañable pese a que nos disponemos a recordar una semana triste. Con la entrada triunfal de Jesucristo en Jerusalén comienza todo”, dijo Mellado nada más arrancar la celebración. Hizo referencia, como no, a la situación de pandemia que el pasado año le obligo a “celebrar los oficios solo en la Iglesia de San Sebastián ante la pantalla de un teléfono. Hoy podemos reunirnos gracias a la buena organización de los hermanos”. A todos invitó a realizar estación de penitencia recordando a quienes han perdido la vida, la salud o el trabajo durante la crisis sanitaria. “Recordad que, aunque pasemos por el trance del calvario, al final tendremos la Resurrección”.

La Eucaristía y Función Principal se celebró en un altar presidido por la Virgen de la Estrella y las imágenes del Señor de la Borriquita y el Cristo del Perdón y la Misericordia, los titulares de la hermandad lasaliana. Un altar creado por el grupo de priostría, dirigido por el mayordomo de la Hermandad, Antonio Jaén, con un dosel cedido por antiguos miembros de la Agrupación Nuestra Señora de los Ángeles de San Fernando.

La Virgen de la Estrella vestía los ropajes de salida: salla azul y rostrillo de encaje blanco con hilos dorados, magníficamente colocado por el vestidor Juan Manuel Díaz López. Igualmente, el cristo de la Borriquita vestía su túnica de terciopelo crudo y manto brocado morado, con el que procesiona cada Domingo de Ramos.

Tras la Eucaristía, en la que estuvo presente la alcaldesa, Elena Amaya, miembros del equipo de Gobierno y representantes de las Hermandades y Cofradías de la Villa, así como la directora del colegio La Salle, se desalojó el teatro para iniciar más tarde otro acto. Un espacio de tiempo en el que las lágrimas se apoderaron de muchos de los hermanos, sobre todo de los más jóvenes que veían como, un año más, no procesionaban. “Tranquilos, ya queda un día menos para el siguiente Domingo de Ramos”, decía uno de los cofrades intentando aliviarles.

A las 12:30 se celebró la imposición de medallas a los nuevos hermanos, tanto a los que entraron a formar parte de la nómina de la Hermandad en 2019 como los que lo han hecho en 2020 y 2021. Unas cuarenta personas en total.

Los cultos en la Borriquita van a continuar a las cinco de la tarde, hora en la que habitualmente realizan la salida procesional, con un rezo ante titulares en la capilla del colegio, y a las 20:00 horas con la Estación de Penitencia que se hará en la Iglesia Prioral de San Sebastián, con la dirección del párroco José Carlos Mellado.

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