Festividad de la Patrona

"Rosario es de Cádiz y Cádiz es del Rosario"

  • El periodista Pablo-Manuel-Durio ofrece un pregón muy sentido, personal y donde demuestra la devoción a la Patrona desde diferentes facetas

  • El cofrade asegura que el 7 de octubre es "el día en que todo Cádiz responderá a Tu llamada"

Pablo Durio en un momento del pregón.

Pablo Durio en un momento del pregón. / Jesús Marín

"Tantos años pasando por tu convento camino del colegio con mi Pablo, mi Camacho o mis hermanos. Tantas veces como he venido a verte en octubre, en mayo o en el Corpus. Tantas salidas a tu vera, tantos Domingos de Ramos de inquieto penitente o de periodista impertinente… Y es ahora, después de una llamada del Padre Pascual y un sí obligado por más miedos y dudas que tenga a mi lado, cuando caigo en la cuenta de que siempre fuiste Tú, de que siempre estuviste ahí". Ya lo avisó en la víspera Pablo-Manuel Durio en una entrevista en este periódico, el suyo del que también forma parte como periodista: "Al hacer el pregón me he dado cuenta de que toda mi vida ha estado vinculada a la Patrona".

Con ese anuncio, el pregón de Durio de exaltación a la Virgen del Rosario ha sido muy personal y emotivo, donde se ha abierto en canal y donde se ha acercado a la Patrona desde muchas facetas. Desde el niño que vestía el hábito de la Sagrada Cena, como el pequeño que llevaba nardos a Santo Domingo con su colegio o con su madre, como periodista, como padre, como cofrade y hermano mayor del Carmen y como gaditano.

Y de fondo algo que ha pesado mucho a la hora de pronunciar este pregón con el que debuta en estas lides: "Y lo hago, entre otros motivos, por el orgullo de un padre que me sigue doliendo en el pecho por más que pasen los días de ausencia y de tantos recuerdos, de tantos besos que quedaron pendientes y tantas veces que debió sonar el te quiero. Y por mi Emilio López, que seguro no me habría permitido decirle que no a Pascual. Y por Juan Manzorro, que tanto me habría animado y felicitado en estos meses. A ellos principalmente tengo presentes desde que di este bendito sí al que le he puesto todo mi empeño y que me ha quitado tanto el sueño".

Con muchísima gente en la iglesia conventual de Santo Domingo, un emocionado Durio dejaba a las claras el hilo conductor de su pregón, ese que salió por sí solo como dijo en la entrevista: "A poco que rebusque en su memoria o acaricie su corazón, cualquier gaditano podrá comprobar el fuerte vínculo que le une a la que por derecho propio es Patrona de la ciudad". 

Un Durio que también se presentaba humilde cuando decía que "aún no acierto a comprender qué hago yo subido a este atril", a la vez que confesaba que venía "a camisa descubierta" para anunciar que el 7 de octubre es el día de la Patrona: "El día en el que todo Cádiz responderá a Tu llamada", porque asegura que "la ciudad está siempre atenta a su Virgen siempre. Como Ella ha estado y está atenta a la ciudad. Y es que por más que pase el tiempo Rosario es de Cádiz y Cádiz es del Rosario". 

Y en esa relación ha recordado que estuvo junto a los gaditanos en las grandes epidemias que asolaron ciudad, "en los saqueos que esa Memoria Histórica quiere borrar", en el maremoto o en la explosión de 1947. Y como no, durante el Covid en el que aún estamos inmersos "hemos tenido a la Virgen del Rosario abierta a nuestras oraciones, atenta a nuestras súplicas, pendiente de nuestros lamentos e iluminando nuestras esperanzas". Y en ese contexto, también ha tenido un guiño reivindicativo cuando recuerda la petición para que Santo Domingo sea Basílica y que la Virgen del Rosario se convierta en Patrona de la Diócesis de Cádiz y Ceuta.

En un pregón en el que ha alternado la prosa con momentos de poesía, también quiso hacer un recorrido por la huella palpable que ha dejado la Virgen del Rosario en la ciudad. Las innumerables Rosarios que llevan ese nombre por bandera o la huella en la Semana Santa, como en la bambalina del paso de palio del Perdón, en la plata del de Medinaceli o en el respiradero de Angustias de Ecce Homo. Y en mosaicos, en el nombre de un comercio..."La Patrona siempre presente en nuestras vidas, desde el principio hasta el final. Y Cádiz presente en cada joya de la Patrona".

El pregón de Durio no es cualquiera sino es el que se realiza en el 75 aniversario de la Coronación de la Virgen del Rosario, la primera de todas en la capital gaditana. Por ello también ha tenido un recuerdo durante el pregón. "Un evento, en definitiva, a la altura de una ciudad que todavía por aquellos días tenía ambición y miras. Una celebración a la que todo Cádiz se unió, inundando sus calles, balcones y azoteas de amor".

El pregonero es uno pero dentro del mismo hay varias condiciones. Una de ellas es la de devoto del Carmen y hermano mayor de esta archicofradía. Las dos imágenes más marineras que en cierta forma están unidas entre sí y una curiosidad que hace que las cosas nunca son casuales en la vida: "Hay un dato de la coronación que a un servidor se le quedó especialmente grabado, como todo lo que rodea al número 16 o al mes de julio. ¿Saben ustedes cuándo autorizó Roma la coronación de la Virgen del Rosario? Un 16 de julio". 

Devoto de la Virgen del Carmen y, por supuesto, periodista de Diario de Cádiz y el recuerdo al inolvidable Emilio López, que también fue pregonero: "Diario de mis entretelas, de mi otra casa, de mis compañeros que son amigos, de amigos que considero familia. Y por encima de todos ellos, y ellos todos lo aprueban, mi Emilio, nuestro Emilio, el Emilio de un Cádiz que quería con pasión, que defendió con honor y que nos contó con precisión, puntualidad y su dosis de humor. El Emilio que me acogió, que desde el primer día conmigo se entregó, que tanto me enseñó. El de “Cuidado con la cartera”, el que tenía sus pavarotis que tan al día le ponían de ese Cádiz rosa que él como nadie conocía. El de “no lo diga, escríbalo” que hoy seguimos recordando día a día en la redacción".

Y con un pregón tan personal, no podía acabar de otra manera que con una confesión: "Por eso acepté el pregón. Por Emilio, por mi padre, por el Diario y por el Carmen. No busquen más razones dentro, porque dentro ya no queda nada. Que todo lo que para mí guardaba, lo he puesto hoy a los pies de la que tan pacientemente me esperaba. Que mi padre orgulloso ahí arriba estará, Emilio hubiera sido mi presentador, en el Carmen contentos andarán, y el Diario… el Diario pondrá lo que diga yo". Y como todo buen pregonero que se precie tras recitar unos versos... "¡Ahí queó!"

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