El acto que tendrá que darse en los próximos meses en el hospital Puerta del Mar es la historia que confirma que querer es poder, la prueba de que la solidaridad sigue siendo un valor fundamental en esta sociedad tantas veces puesta en cuestión, la confirmación al mismo tiempo de que las cofradías siguen teniendo plena vigencia en este siglo XXI, la muestra de que Carnaval y cofradías pueden ir de la mano.

La historia que en cuestión de meses se hará realidad nació un día cualquiera en la casa de hermandad del Perdón, donde llega la noticia de que el hospital Puerta del Mar no tiene ludoteca para la zona de Oncología Infantil. “Entonces empezamos a hablar de organizar un acto para recaudar fondos, pero un acto que iba a ser algo pequeño, traer algún grupo carnavalesco de estos de tríos, montar una barra y destinar lo recaudado al hospital”, recuerda el hermano mayor de la cofradía, Manuel Garrido.

Pero cuando la hermandad se puso manos a la obra, se topó con una sorpresa más que agradable: “los propios grupos quisieron ofrecerse cuando la idea se fue propagando”. Y entonces la idea inicial (una velada con varios grupos pequeños para la que incluso se había reservado el colegio de La Salle Mirandilla) se quedó pequeña “y nos reunimos con la entonces concejala de Cultura, Lola Cazalilla, y le pedimos el Baluarte de la Candelaria”, donde el pasado 24 de junio actuaron 8 grupos con las 700 localidades disponibles en ese espacio agotadas.

“El gobierno anterior colaboró plenamente con nosotros y nos cedió gratis el Baluarte, y la publicidad que fuimos buscando pagó todos los gastos del evento, por lo que la recaudación íntegra de las 700 entradas la destinamos a la ludoteca”, afirma Garrido.

Con esa partida económica, la cofradía se puso entonces manos a la obra. Primero, para que el hospital desaloje la sala que se destinará a ludoteca infantil; en segundo lugar, para la redacción del proyecto y el diseño de los planos que ya se están ultimando. Porque la cofradía se va a encargar de la obra, que está pendiente ahora de concretar todos los detalles entre el proyecto presentado por la hermandad y los técnicos del hospital y del SAS. “No es una gran obra, pero hemos querido que tenga todas las instalaciones hechas en condiciones para evitar luego que haya cables por fuera y que sea lo más cómoda posible para los niños”, cuenta Manuel Garrido.

En una tercera vía, la cofradía se está encargando también de adquirir el equipamiento que llevará esa ludoteca que será frecuentada por pequeños de 1 o 2 años hasta jóvenes de 12 o 14 años. “Es una franja de edad muy grande y necesita un equipamiento variado”, que incluirá una gran televisión, dos ordenadores portátiles, videoconsolas, mesas, sillas…

La intención de este proyecto es que durante el primer trimestre de 2024 pueda abrir la ludoteca, cuyas obras se estima que empezarán tras las fiestas de Navidad.

Así, en la antesala de la ejecución de este proyecto que surgió una tarde cualquiera en la casa de hermandad del Perdón, Garrido no esconde que en el plano personal desarrollar algo así “es una gozada”. “Esto engrandece a la cofradía, porque realmente estamos para esto, sobre todo en proyectos de esta sensibilidad”, añade el hermano mayor, que no esconde su sorpresa por la respuesta que en su momento dieron las agrupaciones para sumarse a ese evento benéfico del pasado verano y que durante todo este tiempo han dado los hermanos, siempre dispuesto a volcarse en este tipo de iniciativas. De hecho, es un hermano de la cofradía quien ha redactado el proyecto de obras de la ludoteca y quien realizará luego la dirección de los trabajos. Una implicación que permitirá “hacer la obra a precio de costo de los materiales”, ya que la mano de obra la donarán los propios hermanos del Perdón.

De este modo, se estima que la recaudación obtenida por la hermandad para esta ludoteca será superior al coste de la obra y equipamiento. Y si se confirma este supuesto, ya ha decidido el Perdón que el dinero sobrante se destinará “a una fundación que se encarga de atender las estancias de los familiares de esos niños que son de fuera de Cádiz y tienen que quedarse aquí un tiempo”. “El compromiso con las agrupaciones fue que todo el dinero recaudado se destinara a Oncología Infantil, y eso vamos a cumplir a rajatabla”, asegura Manuel Garrido.

El antecedente de Juegaterapia

El triciclo para el hospital de Jaén costeado por la cofradía del Perdón de Cádiz

La ludoteca del Puerta del Mar no será la primera iniciativa sanitaria en la que participa la cofradía del Perdón, que lleva tiempo colaborando con la Fundación Juegaterapia. Precisamente, este verano destinaba la hermandad una partida de 2.260 euros que permitieron realizar obras de remodelación en la UCI pediátrica del Hospital La Paz de Madrid, además de construir para el hospital de Jaén un triciclo especial que permite incorporar un gotero para que los pequeños ingresados puedan jugar por los pasillos. Triciclo que lleva el escudo del Perdón en la matrícula trasera, como muestra de agradecimiento de la fundación. “Cuando entramos en contacto con esta fundación le pedimos hacer cosas para Cádiz, pero por ahora no tienen convenio con los hospitales de la ciudad”, lamenta Garrido.