Nuevo rumbo en la administración de la cofradía de La Palma. A la salida de Francisco Javier Lucero como hermano mayor después de esta segunda etapa que se ha alargado una década (fruto de dos cabildos consecutivos y una lógica prórroga con motivo de la coronación retrasada por la pandemia) se le une la decisión de los hermanos de no optar por una vía continuista representada por Rafael Rueda y otorgar su confianza para dirigir la hermandad a Pedro Bueno.

Veinte votos de diferencia han valido para el resultado que ha supuesto una cierta sorpresa por lo inesperado de que la junta continuista con la actual no fuera la más votada, sobre todo meses después de culminar la coronación de la Virgen de las Penas y de finalizar otros proyectos en este tiempo reciente (como el paso de Cristo o la declaración BIC de la conmemoración del 1 de noviembre).

El ya hermano mayor electo, Pedro Bueno Cruces, estará acompañado los próximos cuatro años por Ana Abascal Bablé, María José Benítez Caballero, Juan Antonio Domínguez Salagaray, Cynthia González Delfín, Raúl Iglesias San Sabas, José María Riol González, José María Riol Moreno, Jesús Rivera Barcón, Carmen San Sabas Guerrero, Enrique Santos Mayo y Antonio Vadillo Sánchez.

Bueno se marca como primer objetivo "realizar una invitación personal basada en la reconciliación y convicción, sin intransigencia, sumando y no restando, ya que en la Archicofradía todas y todos somos necesarios". Para ello, el hermano mayor electo se compromete a "dirigir la Archicofradía desde el diálogo y la comprensión, donde siempre encontrarán las puertas abiertas para formular ideas, exponer problemas, inquietudes y críticas constructivas, pero sobre todo, donde se les atenderá y escuchará, como personas que somos de Iglesia".