26 sentencias ganadas y otra veintena de recursos pendientes
El conflicto entre Sostenibilidad y la concesionaria de la limpieza ha terminado en numerosas ocasiones en los Juzgados La mayoría de las sentencias han sido favorables al Ayuntamiento
Dos voluminosos expedientes de varios cientos de folios -uno para la limpieza y otro para la recogida selectiva- detallan cada una de las irregularidades e incumplimientos de la plica que han llevado al Área Municipal de Sostenibilidad Ambiental a anunciar la rescisión del contrato con la actual concesionaria, la empresa Urbaser. Hay informes técnicos, conclusiones de los inspectores municipales, fotografías e, incluso, planos que detallan el seguimiento de vehículos a través de GPS. Y todo alentado por una complicada relación que, a lo largo de los últimos meses, entró en una espiral de desencuentros insostenible.
Dicen en Sostenibilidad que para que la empresa cumpliera con alguna demanda -por ejemplo, si a raíz de una denuncia vecinal se le requería limpieza de una calle o barriada o la retirada de muebles arrojados en la acera- había que solicitarlo siempre varias veces, hasta que finalmente la concesionaria llevaba a cabo la faena. Aunque en las relaciones con las concesionarias de la limpieza siempre ha habido un tira y afloja con respecto al cumplimiento de la faena a la que supuestamente obliga la plica, de todos los servicios recogidos en el pliego de condiciones, la dinámica se hizo especialmente tensa desde finales de 2011.
Hasta 26 sentencias judiciales favorables al Ayuntamiento contabiliza el área de Sostenibilidad en este periodo a raíz de los cuantiosos descuentos realizados a la concesionaria por incumplimiento de los servicios contratados. Sólo en dos ocasiones ha existido un fallo favorable a la empresa y, según fuentes municipales, dichas resoluciones han sido motivadas por una cuestión formal, no han entrado en el fondo de la cuestión. Concretamente, han dado la razón a la concesionaria -asegura- porque desde el Ayuntamiento se han realizado varios descuentos a la vez cuando deberían haberse llevado a cabo cada mes, en función de las correspondientes certificaciones de los incumplimientos.
Pero, además, Sostenibilidad tiene pendientes todavía en torno a una veintena de procesos legales con Urbaser a raíz de nuevos descuentos que ha ido aplicando. Estos tendrán que resolverse tras el anuncio de la rescisión del contrato que ha realizado el Ayuntamiento recientemente. No obstante, aseguran desde este área municipal, es más que posible que la concesionaria opte por desestimientos de los recursos presentados ya que en las últimas sentencias -favorables al Ayuntamiento- han empezado a condenar en costas a la concesionaria.
En el marco de esta turbulenta relación entre el Ayuntamiento y la concesionaria -y con la presión política que ha ejercido el notorio descontento ciudadano ante el estado de suciedad de las calles y las continuas quejas vecinales- se han producido los acontecimientos de las últimas semanas.
Ante el requerimiento realizado el pasado 19 de diciembre con respecto a numerosos incumplimientos de la plica -Sostenibilidad adjuntaba informes de la inspección, pruebas fotográficas y datos del GPS que controla los vehículos- la concesionaria contesta el pasado 9 de enero negando dichas irregularidades y afirmando que cumple estrictamente con la plica. La respuesta, remitida por correo, entra en el registro municipal el pasado 14 de enero, justo cuando Sostenibilidad acaba de superar la peor campaña de Reyes que se recuerde. Las denuncias vecinales por la basura que se acumulaba en los contenedores se multiplicaron. El teléfono en estas oficinas municipales no paró de sonar. Restos de envoltorios y cartones se acumularon junto a los contenedores de basura. Durante varios días, fue noticia en prácticamente todos los medios de comunicación locales. Y la empresa, afirma Sostenibilidad, no sólo hacía oídos sordos a los reiterados requerimientos realizados sino que, incluso, aseguraba que cumplía con la plica.
Fue el detonante que llevó a Sostenibilidad a emprender un expediente administrativo, ampliamente documentado, para rescindir el contrato con la concesionaria. La decisión se ratificó durante los días posteriores al comprobar y documentar una nueva irregularidad: la utilización de los medios municipales para la realización de tareas privadas, concretamente en el hospital de San Carlos. Además, insisten desde este área, hay otros hechos de relieve como la falsificación de los partes de trabajo, documentos -aseguran en Sostenibilidad- que no se han querido firmar.
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