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San Fernando

"Los scouts suben con la crisis. Es una alternativa en valores y, además, barata"

  • Desde hace un mes, la federación más representativa del movimiento escultista está bajo la dirección de este isleño, un veterano que lleva la pañoleta scout desde los once años

Este isleño de 44 años -director técnico de la residencia de mayores de la Cruz Roja en La Magdalena- preside desde diciembre la Federación de Asociaciones de Scouts de España. A la ASDE-Scouts de España, que así se llama, pertenecen más de 300 grupos que se reparten entre 17 organizaciones federadas que representan a 15 comunidades autónomas, entre ellas, la andaluza. En total, más de 30.000 socios -entre niños y jóvenes- de los que unos 8.000 son voluntarios.

-¿Se puede decir que es algo así como el gran jefe de los scouts?

-De hecho, antiguamente se le llamaba jefe scout nacional (sonríe). Hay dos movimientos grandes en España: nosotros, los scouts de España, que tenemos unos 30.000 miembros, y los scouts católicos, que tienen unos 15.000. Son las dos únicas organizaciones que están contempladas por el bureau internacional. Yo llevaba ya tres años en la ejecutiva nacional, coordinando todos los programas educativos, y me planteé presentarme a presidente. Hubo dos candidaturas en la conferencia que se celebró en Guadarrama, en Madrid, y salió vencedora la que yo encabezaba.

Ser presidente es un orgullo y, al mismo tiempo, una responsabilidad. Un orgullo porque estoy en el escultismo desde 1979, ininterrumpidamente desde los 11 años. Ahora tengo 44. Sin embargo, el equipo que coordino tiene la media de edad más joven que ha habido hasta ahora en la ejecutiva de la federación. Y luego está también la responsabilidad, claro. Hablamos de unos 24.000 niños y jovenes con edades comprendidas entre los 6 y los 21 años.

-¿Los scouts están otra vez de moda?

-En época de crisis, el escultismo sube. Creo que por dos cosas, Una porque es una alternativa al tiempo libre barata, muy barata. Cada grupo tiene su cuota mensual o anual. Por ejemplo, mi grupo paga 40 euros al año. Hay otros que pagan unos cien e incluyen el campamento. Desde luego, es bastante económico.

Y luego también por la otra crisis, la crisis de valores como la solidaridad, el compañerismo, el respeto al medio ambiente... Hay padres que ven en el movimiento scout una alternativa para que sus hijos puedan aprender estos valores en lugar de estar encerrados todo el día en su casa jugando al ordenador. Ya no se juega en la calle y muchos padres ven en esto una oportunidad para que sus hijos salgan de sus casas. De hecho, en los últimos años se ha conseguido un reconocimiento social amplísimo. La gente se está enterando por fin de que el movimiento scout no es algo para jugar.

-Es decir, que no es cosa de niños.

-No es solo cosa de niños. Es algo muy serio. Es un método educativo. Es una educación no formal, donde lo principal es que los niños se lo pasen bien pero que permite además una asunción de valores increíble. Es una forma de vida que te marca muchísimo. Claro que hay vida fuera del escultismo, pero lo scout ayuda. Siempre se ha dicho que el movimiento es una escuela de líderes. Yo no lo creo. Es una escuela de gente que sabe trabajar en equipo, que sabe delegar trabajo, que desde pequeños se implican en un grupo de trabajo y participan de un proyecto: desde idear algo y planificarlo para luego llevarlo a la práctica y evaluarlo. Y eso te genera luego una cultura casi empresarial. A mí me ha valido muchísimo: me ha valido más el escultismo en mi vida profesional que mi vida profesional en el escultismo. El escultismo me lo ha enseñado todo. Por lo menos, a ser la persona que soy.

-Convénzame, ¿por qué tendría un padre que apuntar a sus hijos a un grupo scout?

-Pues porque va a ser un buen ciudadano. Va a ser un ciudadano comprometido. Eso es lo que aportan los scouts. Es una escuela de ciudadanía. Baden Powell cuando escribe el libro Escultismo para muchachos, que es como la biblia para los scouts, añade en el subtítulo Manual para la educación del buen ciudadano.

El escultismo nace cuando Baden Powell, que era un militar británico, se da cuenta en plena campaña de que los chavales responden cuando se les da una responsabilidad. Es la base de todo. Y a mí me lo han demostrado durante todos los años que he sido un scouter de base. El otro día me escribieron una cosa en Facebook que me marcó, me decía un scout que había conseguido que su adolescencia no se perdiera, porque procedía de una familia con muchos problemas. Solo por eso ya ha merecido la pena estar en los scouts.

-Y desde fuera, ¿cómo cree que la sociedad ve a los scouts?

-El escultismo existe en España desde 1912. El año pasado cumplimos cien años. Es un movimiento muy amplio y heterogéneo. Hay muchísimos grupos, aunque todos luego sigan el método scout. Ya he comentado antes que en los últimos años se ha conseguido un amplio reconocimiento. En España, la imagen que se tiene de los scouts va cambiando, aunque desgraciadamente no ayudan mucho las películas americanas. Estamos muy influenciados por esa imagen. Pero los scouts han demostrado en muchas ocasiones su compromiso con la sociedad, no somos dudosos. Ahora, por ejemplo, tenemos muchos lazos de colaboración con las ONGs. Hay grupos que se implican mucho, pero no es nuestro papel fundamental. Nuestra función es que los chavales aprendan que eso es algo que hay que hacer.

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