La nueva ordenanza de la Feria del Carmen y de la Sal de San Fernando no se aplicará este año

La nueva ordenanza reguladora de la Feria del Carmen y de la Sal que el Ayuntamiento de San Fernando empezó a tramitar en el pasado mes de marzo -y que incluía aspectos especialmente llamativos como la prohibición de la venta de 'macetas' o el establecimiento de multas de hasta 900 euros por mensajes machistas u homófobos- no se aplicará finalmente en 2025.

El gobierno municipal ha desistido por el momento en su aplicación por una evidente cuestión de plazos, habida cuenta de que falta menos de un mes para el comienzo de las fiestas patronales y todavía no se ha completado su tramitación administrativa con la aprobación definitiva del documento, a lo que se añade que dicha ordenanza precisaría también del visto bueno de la Junta de Andalucía, según ha precisado la propia alcaldesa, Patricia Cavada, al ser preguntada por este periódico durante la visita que este miércoles ha realizado a las obras de adecuación del auditorio del parque Almirante Laulhé de cara a la próxima Feria.

La decisión de aparcar momentáneamente esta normativa -ha dicho la regidora- responde a la necesidad de garantizar la seguridad jurídica de las fiestas habida cuenta de los plazos. En todo caso, la intencion del gobierno municipal sigue siendo la de dotar a la Feria de una nueva ordenanza que regule debidamente todos sus aspectos, especialmente los criterios de adjudicación de las casetas, que ha sido una de las cuestiones más controvertidas desde el año pasado dado el descontento de algunos empresarios hosteleros al tener prioridad las entidades sin ánimo de lucro.

Así que para la Feria del Carmen y de la Sal de 2025 seguirá vigente la ordenanza actual, cuya última actualización se remonta a 2016. Un texto que, ha recordado Cavada, "que regula en lo básico la convivencia, el montaje y el uso de las instalaciones" y que en los últimos años ha cubierto con solvencia las necesidades de la fiesta en los recintos provisionales del parque Almirante Laulhé y de Caño Herrera.

En todo caso, con respecto a la adjudicación de las casetas y las pretensiones de varios empresarios de la hostelería, la alcaldesa ha apelado a "un entendimiento sereno" y ha insistido en la voluntad de dar cabida y de "mantener un equilibrio" entre todos los intereses.

En cuanto a la presentación de solicitudes para las casetas de la Feria, la alcaldesa ha reconocido que todas las entidades y colectivos interesados han formalizado ya las respectivas peticiones atendiendo, precisamente, a los plazos que se contemplan en la ordenanza de 2016.

La nueva ordenanza que se estaba tramitando, entre otros aspectos, dejaba clara la prioridad de las entidades sin ánimo de lucro a la hora de acceder a las casetas disponibles y añadía cuestiones como la obligatoriedad de disponer de un aseo abierto al público en las casetas de 200 metros cuadrados o más, lo que afectaba a algunas de las hermandades y colectivos presentes en el recinto ferial. Finalmente, dicha medida no se aplicará este año.

La normativa, por otro lado, añadía cuestiones que habían sido especialmente llamativas, como la prohibición de la venta de 'macetas' con alcohol de alta graduación o el establecimiento de cuantiosas sanciones económicas -que podrían llegar incluso a los 900 euros- por mensajes de carácter machista u homófobo.