"La gente ha comprado un proyecto que es cien por cien isleño y que no tiene dobleces"
Ramón Rodríguez Verdejo 'Monchi' | Presidente del CD San Fernando
“Mi mayor preocupación es mantener viva la llama de la ilusión en los aficionados durante las próximas temporadas”
“Aunque hay momentos malos, me gusta lo que hago y me lo estoy pasando muy bien”
'Monchi' ha vuelto a La Isla. Después de 38 años viajando por los campos de fútbol de medio mundo primero como portero y luego como director deportivo del Sevilla, de la Roma y del Aston Villa, Ramón Rodríguez Verdejo (San Fernando, 1968), ha vuelto a su ciudad de siempre, a su barrio de La Pastora de siempre y a su club de siempre. Vino en verano para intentar salvar a un San Fernando CD que había dado con sus huesos en Tercera RFEF, pero, al resultar imposible evitar ese funeral tan injusto, terminó impulsando el nacimiento de un nuevo Club Deportivo San Fernando. El equipo que preside se ha estrenado en el escalafón más bajo del fútbol, en la Tercera Andaluza, pero lo ha hecho a lo grande, ganando sus seis primeros partidos con mucha solvencia y, lo más importante quizás, con el respaldo de una de las aficiones futboleras más fieles que hay, una lealtad de la que dan fe sus 5.000 socios, 3.000 de los cuales volvieron a llenar el domingo pasado el estadio de Bahía Sur. Monchi lo ha dejado todo por su San Fernando y en esta entrevista con Diario de Cádiz desvela sus planes y sus sentimientos.
–Tras un verano trágico para la afición azulina la temporada ha empezado muy bien.
–Todo va bien, la afición está volcada y estamos ganando porque tenemos un equipo muy bueno que podría competir fácilmente en Primera Andaluza o incluso en División de Honor. Y si ascendemos, que lo vamos a hacer de calle porque si no nos tendrían que echar a todos, vendrán otras preocupaciones.
–¿Como cuál?
–Mantener viva la llama. Eso es lo que más me preocupa. Este año todo era relativamente fácil, porque la gente estaba muy cabreada por lo que hizo la propiedad del anterior club y su decisión de liquidarlo. Es que San Fernando es una ciudad muy resiliente. Parece que está dormida, pero cuando le tocan las narices, despierta. Nuestro objetivo es que esa llama siga viva. Porque el año que viene tendremos que jugar contra El Torno y el Nueva Jarilla, dicho esto con todo el cariño del mundo, y ya no habrá esa quemazón en la afición. Y si luego volvemos a ascender, jugaremos contra el Ciudad de Cádiz, el Jédula o el Algaida. Por eso la clave está en generar cosas en paralelo al partido del domingo para ilusionar a la afición.
–¿Sabe ya las razones por las que los anteriores propietarios del San Fernando CD no quisieron vender el club?
–Puede haber un montón de opciones, pero no sé el motivo exacto. Quiero pensar que se aburrieron del proyecto después de perder mucho, mucho, pero muchísimo dinero.
“Los dueños del anterior San Fernando se aburrieron tras perder mucho, mucho pero mucho dinero”
–¿Pero logró hablar con ellos?
–No, fue imposible. Yo contacté con Luis Kinzinger (anterior director general del San Fernando) justo el día después de descender a Tercera RFEF. Me ofrecí, de manera desinteresada, a colaborar en un nuevo proyecto deportivo. Al cabo de unos días me dijo que no, que los propietarios no estaban interesados en eso, que en todo caso podrían plantearse una venta si yo encontraba unos inversores, y eso hice. Gracias a mis contactos encontré a gente que quería comprometerse con el San Fernando, y eso pese a que los números del club eran para echarse a temblar. Pero tampoco fue posible porque querían la disolución. Al final, a la desesperada, intentamos que nos cedieran la licencia para poder competir, pero ni eso fue posible porque ya habían comunicado por escrito que el club no se inscribiría en ninguna competición.
–¿Por qué dice que las cuentas eran para echarse a temblar? Siempre se ha dicho que el club no tenía deudas.
–No, si no tenía deudas. Ese fue nuestro problema porque si hubiera tenido deudas, igual podríamos haber presionado con los acreedores para buscar una solución. Qué va, habían pagado absolutamente todo. Y las auditorías de los últimos ejercicios, que me las he estudiado, no desvelan nada raro. El problema es que habían creado una estructura de club muy por encima de lo que podía ser ese San Fernando con los ingresos que tenía. De ahí que perdieran en un año hasta 3,5 millones de euros cuando el presupuesto era de cuatro millones y pico.
–¿Qué papel desempeñan en el nuevo club los hermanos René y Sergio Ramos?
–Pues no tiene nada de misticismo. Cuando ya veíamos que todo pasaba por crear el nuevo club, nos dijeron que hacían falta cuatro personas para inscribirlo. Estábamos mi hijo y yo, y René, que es mi amigo y que se había ofrecido ya a echar un cable, primero me dijo que sí y después me dijo que podíamos contar con su hermano Sergio como socio. René está colaborando conmigo, viene a menudo a San Fernando, todas las decisiones importantes las consulto con él, pero a día de hoy no ha sido necesario un soporte económico por parte de ellos.
–Lo que más sorprendió es que usted dejara el Aston Villa por el San Fernando.
–Yo no me vengo de Birmingham por el San Fernando, pero también es verdad que si no estuviera el San Fernando igual no me hubiera venido. A mí en el Aston Villa me quedaba una temporada de contrato más otra prorrogable. Yo tenía una decisión pensada, que no tomada, de dejarlo pronto porque, aunque he disfrutado mucho allí, había un desgaste familiar muy grande. Digamos que todo vino de la mano.
–¿Contaba en algún momento con llegar a los 5.000 socios?
–¡Qué va! En el primer excel que hice, y ya yéndoseme la olla, tiré por 2.000 socios como máximo. La conclusión es que este año ya hemos recaudado más dinero que el año pasado, cuando tenían la mitad de socios fieles.
–Sorprenden los 5.000 socios pero también que, estando en Tercera Andaluza, hasta 3.000 de ellos fueron al estadio en el último partido en casa.
–Sí, hay gente que nunca ha ido al campo y está yendo ahora. Y eso es porque se lo pasan bien y porque, para qué negarlo, a todo el mundo le gusta ganar. La gente ha comprado un proyecto que es cien por cien isleño y que no tiene dobleces.
“Mi primer objetivo es llegar a categoría nacional. Haciéndolo bien serían cuatro años”
–¿Cuál es su objetivo con este nuevo club?
–Quiero crear un proyecto que sea lo más profesional posible. Ya tenemos 14 empleados, hemos abierto una tienda y a nivel de ingresos ya estamos a la altura del anterior club, pero con muchos menos gastos. No sé si habrá superávit, pero tenemos marcas importantes, multinacionales, queriendo promocionarse con nosotros, y nos faltan soportes para anunciarlos. Aparte, me hace mucha ilusión recuperar la cantera, que quedó muy dañada con la desaparición. De momento ya tenemos nueve equipos entre masculinos y femeninos y algunos lo están haciendo muy bien.
–¿Hasta dónde puede llegar este CD San Fernando?
–Eso es muy difícil de saber, porque hay muchos pasos intermedios por dar. Mi primer objetivo es llegar a categoría nacional, es decir que haciendo las cosas muy bien serían cuatro años. Este proyecto tiene que subir año tras año porque si no va a ser más duro de lo que ya lo es. Deberíamos ser capaces de dotar al equipo de los argumentos necesarios para que eso se produzca, pero después hay que competir, claro. Lo más difícil va a ser tener enchufada a la gente para que sigan yendo a Bahía Sur con la ilusión de ir para arriba. A partir de ahí, si logramos ese objetivo de llegar a Tercera RFEF, habrá que ver después qué es lo que queremos entre todos... pero ese será otro debate.
“Me hace mucha ilusión recuperar la cantera, que quedó muy dañada tras la disolución”
–¿Por qué es tan importante para el club el proyecto del nuevo estadio?
–En primer lugar es importante para cubrir una petición histórica de la ciudad de tener un campo de fútbol en vez de un estadio de atletismo, y es loable que el Ayuntamiento se haya involucrado en ello. Y es importante también porque nos permitiría organizar eventos para engrandecer el club. Aparte de eso es que si todos los que se han hecho socios fueran al campo, hasta tendríamos problemas para entrar. Además, yo siempre he dicho que en San Fernando hay nicho para llegar a los 8.000 socios. Por eso el estadio es importante, como también lo es el proyecto de una ciudad deportiva que en el futuro la necesitaremos sí o sí.
–¿Cómo se gestiona la relación con los otros clubes modestos de San Fernando?
–Creo que dimos un mensaje muy claro con el Trofeo de la Sal, cuando compartimos los ingresos y sacaron un dinero, o en el partido de Liga con el Pastora, que lo organizamos nosotros pese a ser los visitantes para que ellos sacaron unos ingresos extras. El motor del fútbol isleño somos nosotros, los otros clubes lo saben, y si se quieren montar, pues adelante. Lo mismo sucede con la Escuela de Fútbol o con los otros clubes de la cantera. Ojalá, y en beneficio de la ciudad, seamos todos compañeros de viaje pero sin que nadie pierda su identidad.
–Hay rumores de que el año que viene podrían ustedes adquirir algún club de una categoría superior para que jugara en San Fernando.
–Es que eso no está permitido. No se puede negociar con licencias. Antes había algunas lagunas, pero ahora la normativa es muy clara al respecto.
–¿Y cómo está viviendo esta nueva experiencia?
–Mire, yo, que llevo muchos años en esto, horas antes del partido del pasado domingo estaba nervioso. Y eso pasa porque sabes que este proyecto está generando ilusión en tu gente, y eso es bonito. Aunque hay momentos malos, sobre todo cuando piensas que estás en la novena categoría, me gusta lo que estoy haciendo y me lo estoy pasando bien. Sabemos que queda mucho por recorrer, que lo que nos queda es muy duro pero, bueno, vamos a vivirlo.
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