Las marchas pueden esperar
cofradías Polémica por el retraso de un certamen de bandas
El Ayuntamiento retrasó dos horas el inicio de un certamen de bandas para que no coincidiera con el concierto que la Infantería de Marina ofreció en la plaza del Rey
Segundo domingo de la Cuaresma. Mediodía. En el centro, abarrotado de público, coinciden varios actos cofrades. El más vistoso se celebra en plena calle. Un numeroso público acude a la plaza de San José, atraído por el reclamo del redoble y la corneta. Un brillante y llamativo pasacalles de las bandas participantes -muchas de ellas, de fuera de San Fernando- capta poderosamente la atención de los isleños que pasean por la calle Real en una jornada soleada y primaveral.
El certamen de marchas procesionales de Semana Santa, organizado por la hermandad del Santísimo Cristo de las Tres Caídas con el propósito de recaudar fondos para la imagen secundaria de la Verónica que este año planea estrenar para el conjunto del paso de misterio, está a punto de comenzar. La cita resulta prometedora, especialmente para los organizadores que auguran ya buenas resultados a la vista de la afluencia de público. Todo parece en orden, a punto de empezar.
Pero de repente llega la Policía Local y comunica a los responsables de la cofradía que no puede ser, que las bandas tienen que dejar de tocar y que el certamen tiene que retrasarse. ¿Por qué?, preguntan. Porque está tocando la banda de Infantería de Marina en la plaza del Rey -un acto organizado con motivo del aniversario del cuerpo- y no se escucha el concierto, contestan. Son órdenes "de arriba". Primero tendrán que tocar los infantes, luego podrá celebrarse el certamen de bandas de Semana Santa, tal y como estaba previsto.
Y, efectivamente, casi dos horas tuvieron que esperar las bandas que participaron en el acto de la plaza de San José. Y, por supuesto, también el público que quería disfrutar de las marchas. Estaba previsto que comenzara a las doce del mediodía y no lo hizo hasta casi cerca de las dos de la tarde. Todo estuvo a punto de irse al traste. Algunas de las agrupaciones tenían otros compromisos para actuar a la tarde en otras localidades y no podían esperar, las de fuera dependían de los autobuses contratados, que se habían citado a una hora que ahora tenía que retrasarse. Y eso, claro, sin contar con la caja que se dejó de hacer en la barra al no tocar las bandas a la hora de mayor afluencia de público. Muchos, claro está, optaron por no esperar dos horas y se marcharon. En definitiva, un desastre que se salvó gracias a la voluntad que puso la organización para salvar todas las trabas, ajenas a su responsabilidad, que surgieron a lo largo de la jornada.
Es normal, después de todo, que en la hermandad estén molestos, y mucho, con el Ayuntamiento, al que no dudan en recriminar su absoluta falta de organización y previsión a la hora de planear distintos actos.
La hermandad había comunicado la celebración del certamen de bandas de música en la plaza de San José a mediados del pasado mes de enero. Incluso había pagado las tasas correspondientes por la ocupación de la vía pública. Por ello, no entiende por qué tuvo que aplazar la celebración del macro-concierto. Si no podía celebrarse o no podía hacerse a esa hora concreta, el Ayuntamiento debería habérselo comunicado con antelación en lugar de esperar y mandar a la Policía cuando estaba a punto de empezar. Claro que si no se dio cuenta hasta entonces...
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