La archicofradía de Jesús Medinaceli, que este año celebra el décimo aniversario del nombramiento de sus titulares como patronos de los donantes de órganos, afronta una salida muy especial imbuida de ese compromiso que la hermandad ha asumido como causa propia. 

Título

Real, Venerable Seráfica y Trinitaria Esclavitud y Antigua Archicofradía del Santísimo Sacramento, de la Inmaculada Concepción y Ánimas Benditas y Fervorosa Hermandad de Penitencia de Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado y María Santísima de la Trinidad (Medinaceli).

Horarios 

• Salida cruz de guía: 19:00 h.
• Salida último paso: 19:45 h.
• Entrada cruz de guía en Carrera Oficial: 19.05 h. 
• Salida último paso de la Carrera Oficial: 20:30 h.
• Recogida cruz de guía: 00:20 h.
• Recogida paso: 01.30 h. 

Itinerario

Iglesia Mayor, Real, CARRERA OFICIAL, General Valdés, Alameda Moreno de Guerra, Real, San José, Plaza de San José (Estación de Penitencia en la Capilla de María Santísima de los Desamparados), Virgen de los Desamparados, Dolores, Pérez Galdós, San Nicolás, San Servando, Almirante Cervera, Real, La Herrán, Murillo, San Esteban, San Gaspar, Constructora Naval, Plaza Jesús de Medinaceli, González Hontoria, Rosario, Plaza de la Iglesia, Real y a su templo.

Recomendaciones 

La salida de la hermandad es un momento único de la tarde del Lunes Santo. Además, la cofradía realiza su estación de penitencia en la capilla de los Desamparados, en la plaza de San José. También la recogida es uno de los grandes momentos del Lunes Santo. 

Iconografía 

En el primer paso, Jesús cautivo y maniatado. En el segundo, una dolorosa, María Santísima de la Trinidad, bajo palio.

Las imágenes 

El Cristo es obra del sevillano José Romero Murillo, discípulo de Lastrucci, y fue realizado en 1944. En 2002, la imagen fue restaurada por Pedro Manzano. La dolorosa es obra de Luis Álvarez Duarte (1979).

Un poco de historia 

La devoción a Jesús de Medinaceli en San Fernando tuvo un antecedente concreto en la imagen de esta advocación donada en 1928 por la viuda de Lora Ristori a la iglesia de San Francisco. En este templo castrense comenzó a recibir cultos regularmente y a ser expuesta a la veneración de los fieles los primeros viernes de cada mes, ganando una apreciable devoción.

Ya en la posguerra, un grupo de fieles isleños (entre ellos, varios excautivos de la contienda civil) decidieron fundar una cofradía en torno a una imagen de Jesús de Medinaceli tallada por José Romero Murillo, discípulo de Castillo Lastrucci, que se veneraba en el oratorio del domicilio de la familia Nieto. En esta decisión influyó sin duda el ejemplo de la hermandad de Medinaceli gaditana, fundada durante la guerra para dar culto a una imagen tallada por Láinez que reproducía la devotísima efigie de Jesús Cautivo y Rescatado (o Cristo de Medinaceli) del convento de capuchinos de Madrid, devoción cuyo origen se debe en verdad a la orden de los PP. Trinitarios y que fue muy propagada en esos años de la posguerra, propiciando decisivamente la fundación o reorganización de numerosas cofradías homónimas en varias ciudades andaluzas (Málaga, Córdoba, Cádiz, Algeciras, Sanlúcar).

La hermandad isleña fue fundada en 1945 y erigida en la Iglesia Mayor Parroquial en 1946 por el obispado. Dio bien pronto elocuentes pruebas de su vida piadosa que la convirtieron, entre las cofradías fundadas en la posguerra, si no en la más pujante sí en la que más fervor suscitó entre los fieles, sobre todo por el hondo arraigo de la imagen titular, como se ha puesto de manifiesto desde entonces en sus cultos cuaresmales y en la crecida penitencia que acompaña a Jesús de Medinaceli cada año en su salida procesional.

La inquietud y el afán de superación de esta cofradía le llevó a emprender señalados cambios y variaciones a lo largo de su historia. En 1948 fue bendecido un altar para la imagen construido por los talleres de la E.N. «Bazán» y situado en una de las antiguas puertas laterales del templo; en 1959 se bendijo otro de mayores dimensiones y envergadura, tallado por el artista sevillano Guzmán Bejarano, siendo la única cofradía isleña que emprendió y materializó el ambicioso proyecto de tallar un retablo neobarroco para su imagen titular.

Después de cuarenta años cerrando las procesiones del Domingo de Ramos, pasó en 1984 a abrir las del Lunes Santo, variando totalmente su itinerario habitual. En los años 1980 sustituyó los tradicionales hábitos de color rojo y negro de los penitentes por otros con los colores de la cruz de la orden trinitaria, rojo y azul, en un intento quizás de aproximarse a los orígenes históricos de la advocación titular, para volver no obstante a retomar los colores fundacionales en 1995 con motivo de la conmemoración del cincuentenario fundacional.

A partir de los años 80 la Hermandad adquirió mayor relieve con la concesión de los títulos de Sacramental (1978, recuperando la antigua denominación de Esclavitud del Santísimo, de rancio sabor isleño) y el glorioso de la Inmaculada Concepción (de no menos tradición local, pues se remonta a la vieja parroquia del castillo). En 1984 aumentó sus devociones, enriqueció su procesión y cobró más auge con la primera salida de la Virgen de la Trinidad, hermosa y fina talla obra de Álvarez Duarte (1979), en un austero a la vez que elegante paso de palio de corte neorrenacentista y de estilo «cajón» (líneas rectas, rectangulares, cerradas). Igualmente estrechó lazos con la Orden Franciscana Capuchina, con la que tiene carta de hermandad (1988).

El obispado aprobó en 2004 la fusión entre esta devota cofradía de penitencia y la antigua Esclavitud del Santísimo y Archicofradía de las Benditas Ánimas, que había sido fundada en la Parroquia del Castillo en 1733, que radicaba en la primera capilla de la nave del Evangelio de la Iglesia Mayor Parroquial desde 1766, y que tuvo épocas de mucho esplendor en la segunda mitad del siglo XVIII y primer tercio del XIX, reorganizándose en 1909.

Estrenos 

Seis varas repujadas con el emblema de María para las insignias de los tramos marianos, dos varas repujadas con el antiguo escudo de la cofradía para el estandarte del Señor, dos varas con el escudo franciscano para el guion seráfico, restauración de los ciriales que acompañan a la cruz parroquial y dorado de la vara de la hermana mayor, todo ello realizado en los talleres de Antonio Santos - R. Campanario e Hijos y Nieto de Sevilla.

Pañuelo para María Santísima de la Trinidad realizado probablemente en el siglo XIX. 

Escapulario para el pertiguero del paso del Señor, diseñado por Curro Claros y realizado en el taller de Orfebrería Sanlúcar. 

Aro de estrellas para María Santísima de la Trinidad, donado por la familia Franzón García y realizado por Miguel Cuadros Belizón.

También se estrenará este Lunes Santo la marcha para banda de cornetas y tambores Medinaceli, mi devoción, obra de Manuel Alejandro González Cruz.

Proyectos

La hermandad proyecta realizar en los talleres de la Orfebrería Sanlúcar un nuevo juego de ciriales para acompañar al paso de María Santísima de la Trinidad. El diseño es de Curro Claros. 

Cargadores

Cuadrillas de cargadores de la Asociación Jóvenes Cargadores Cofrades (JCC). 

Música 

Banda de cornetas y tambores Santísimo Cristo de la Columna de Daimiel (Ciudad Real) y la Banda de Música Municipal de Villalba del Alcor (Huelva).

Curiosidades 

Hay que subrayar el compromiso de la hermandad con la donación de órganos a través de la campaña Lágrimas de Vida, lo que le ha llevado a amadrinar a muchas otras cofradías en este compromiso que se visibiliza especialmente con una vela encendida en la jornada de la salida procesional.

Precisamente, este año se conmemora el décimo aniversario del patronazgo de los titulares de la cofradía de los donantes de órganos. Entre los actos previstos se han concedido el I Galardón Lágrimas de Vida, que se entregó durante la pasada Cuaresma a Susana Herrera Márquez y Andrés Ruiz Rodríguez, impulsores de este movimiento a favor de la donación de órganos que Medinaceli ha asumido como causa propia.