San Fernando

Un contrato de urgencia a partir de una actuación empírica, la solución para el Mercado Central de San Fernando

  • La concejala de Desarrollo Urbano explica las medidas adoptadas para solventar las filtraciones al aparcamiento subterráneo de la zona de pescadería

Zona de pescadería del Mercado Central.

Zona de pescadería del Mercado Central. / D.C.

La concejala de Desarrollo Urbano, Claudia Márquez, ha explicado las decisiones adoptadas por el gobierno de San Fernando ante los problemas de filtraciones al aparcamiento subterráneo del Mercado Central y la falta de respuesta de la empresa que desarrolló las obras para la reubicación de la zona de pescadería. 

Esa falta de comunicación, y para evitar que el tema se eternizara, hizo que el Ayuntamiento cerrada un contrato directo con otra empresa, Fructuoso Pascual. Se llevaron a cabo obras en uno de los puestos, el situado a un lado de la entrada principal del Mercado Central, para comprobar dónde estaba el fallo y conocer cómo podía solventarse.

Esta actuación se define por la propia concejala como "empírica" porque a partir de ella se ha redactado, por parte del arquitecto municipal, un proyecto general para el resto de los puestos de pescado. "Se vio qué había que hacer y que la actuación funcionaba", detalla.

Antes de su licitación se reunieron -el concejal de Mercados, Antonio Rojas, también- con los pescaderos y atendieron una de sus peticiones: que se iniciaran las obras tras la fecha de Reyes, para poder llevar con una cierta normalidad la campaña de Navidad, que "es una época fuerte para ellos". Para ejecutar esta intervención se ha licitado un contrato de urgencia, para contar con una empresa especializada en impermeabilización.

"Nos sentaremos con ellos para ajustar los planes para que se hagan las obras por islas, que permitirá además que sea un espacio de obra controlado", expone. Se refiere Márquez a la intención de realizar los trabajos en dos fases: primero una nave y después otra, primero afectando a tres detallistas y después a otros tres, en principio dos meses para cada módulo. "La intención es que se desarrolle la actuación en un equilibrio con la actividad del mercado", añade.

Al ser un parón ajeno a los detallistas, el equipo de gobierno estudia cómo dar una respuesta económica tal y como piden los damnificados, que recuerdan que no pueden hacer frente a dejar su actividad comercial porque "vivir tenemos que seguir viviendo", incluido pagar autónomo y seguros.

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