La casa vertedero de la calle Nicola, en pleno centro de San Fernando, ha dejado de serlo. En las últimas semanas la empresa contratada por el Ayuntamiento para la intervención ha procedido a despejar de residuos el inmueble y trabaja aún en la retirada y afianzamiento de elementos de la estructura por seguridad.

Una de las cubetas colocadas para la actuación en las inmediaciones de la vivienda de la calle Nicola, 1 Derecha guarda parte de los materiales que se han sacado. Hay una silla, de las muchas que se acumulaban entre el interior y la azotea de la casa. Hay latas de distintos tamaños y para distintos productos, todas con un estado de oxidación considerable. Hay cestas de mimbre o de plástico (típicas de las fruterías para transportar verduras o frutas). Hay sábanas, hay periódicos antiguos, hay bolsas reutilizables de supermercado, o de plástico. Rollos de lona, telas o trozos de cajas de cartón. Hay restos de tuberías de pvc o maderas. 

La otra cuba contiene un gran volumen de escombros, los retirados de los revestimientos, suelos y sobre todo de la cubierta por su peligrosidad. En el contrato se incluía el desmontaje de forjados para evitar riesgos. A eso se suman, por ejemplo, las vigas de madera, podridas en un buen número, que también se han depositado en estos contenedores de obra o pegados a la fachada.

Una vecina del entorno denunciaba hace unos días la acción incívica de algunos ciudadanos que habían optado por usar estas a modo de contenedor y depositaban sus bolsas de basuras y otros residuos sin miramiento, por lo que reclamaba que se vaciaran pronto ante el riesgo de que pudieran atraer insectos y roedores.

Cubetas con residuos y escombros retirados de la vivienda de la calle Nicola, 1 Derecha.

La intervención de la empresa JMR encargada por el Consistorio, a través de un contrato menor de 25.281 euros, ha permitido despejar el interior del inmueble, donde se acumulaban basuras, chatarra y escombros. De hecho, Bomberos tuvo que actuar tras un aviso de desplome de parte de la cubierta, pero solo pudo proceder sobre la cornisa para evitar riesgos a los viandantes al no haber ningún propietario. 

Precisamente, eso había sido el principal escollo de la Administración local para resolver la situación: la existencia de un propietario, que constaba que habitaba el casa, impedía la intervención. Había acudido la Policía Local en varias ocasiones, había un expediente abierto con varias multas sancionadores y se disponía de una informe de valoración social. Ni Servicios Sociales ni Urbanismo habían podido ir más allá y se buscaban soluciones, expuso el gobierno municipal al ser consultado sobre este asunto y en una sesión plenaria posterior en la que anunció que estaba intentando una intermediación con la propiedad para llegar a un acuerdo.

Sin embargo, la actuación del parque de Bomberos de San Fernando conllevó la redacción de un informe por el inspector de zona del Consorcio Provincial del 3 de noviembre en el que advertía de la posibilidad de colapso de la estructura. Esas conclusiones también se ofrecían en el informe del 8 de noviembre del arquitecto técnico municipal que calificaba la situación de "emergencia" por el estado de insalubridad de la finca, por esa posibilidad de "inminente colapso de la estructura" y por que este podía afectar a la vivienda colindante.

Los trabajos por una cuestión de "emergencia" se iniciaron en diciembre con el desalojo de la basura acumulada en la cubierta y la retirada de esta para reducir así los riesgos de las labores en el interior. Ahora solo queda el techo de uralita que cubre lo que era un patio central de luz. Algunas vigas se conservan en su lugar. Los operarios siguen faenando por el momento.