San Fernando

Los belenistas de San Fernando aplauden el inicio del expediente para declarar esta tradición como Patrimonio Cultural Inmaterial

  • Entre los argumentos, se alude a la "fuerte carga identitaria" de los nacimientos así como a su capacidad para transmitir la cultura popular 

Nacimiento instalado por la asociación de belenistas El Redentor.

Nacimiento instalado por la asociación de belenistas El Redentor. / Ayuntamiento San Fernando

La asociación isleña El Redentor se ha hecho eco y ha aplaudido el inicio del expediente para la declaración del belenismo como Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial, que fue publicada en el Boletín Oficial del Estado este miércoles 5 de enero coincidiendo con las vísperas del Día de Reyes. 

El expediente, promovido por la Dirección General de Bellas Artes del Ministerio de Cultura y Deportes, supone la apertura de un periodo de información pública de 20 días a fin de que cuantas personas o entidades interesadas en el tema puedan consultarlo o formular las alegaciones que estimen convenientes. 

Del mismo modo, como recuerda la asociación de belenistas de San Fernando, supone la anotación preventiva de dicha manifestación en el Inventario General de Patrimonio Cultural Inmaterial

El expediente alude a los orígenes de esta costumbre como "tradición de religiosidad popular" para afirmar en su argumentario que, hoy día, "el belén trasciende lo estrictamente religioso para encuadrarse en una dimensión más amplia, la cultural, convirtiéndose en un hecho sociológico". 

"El belenismo -explica el expediente promovido por la Dirección General de Bellas Artes- comprende tanto al arte de fabricar las figuras del belén a través de sus artesanos, como al colectivo especializado en armar o montar el Belén, empleando ciertos conocimientos y destrezas, en un proceso en el que se aplican técnicas y prácticas tradicionales y actuales, transmitiendo al espectador sensaciones emocionales y simbólicas, que inundan los sentidos mediante la recreación de cada escena, olores característicos como el del musgo y del corcho y las diferentes texturas de sus figuras, construcciones y elementos complementarios". 

Del mismo modo, señala "el buen gusto, la paciencia, la tenacidad y el cariño, sin olvidar la religiosidad, arte, costumbres, tradiciones, cultura e ingenio" que implica estos montajes y señala entre sus valores su "fuerte carga identitaria" y su capacidad para contribuir "a la trasmisión y al conocimiento de la cultura popular al mostrar por medio de sus escenas, de manera didáctica y atractiva, modos de vida y oficiostradicionales (en muchos casos desaparecidos)". 

"Los conocimientos, habilidades y destrezas se transmiten y recrean. Cada persona o asociación, desde su experiencia y capacidad creativa, lo modela en función de sus conocimientos, raíces y cultura; todo ello genera una gran variedad de belenes que enriquecen la diversidad del movimiento belenista, algunos mostrando altos niveles decorativos y compositivos. Se trata de un universo plural y diverso de ámbito nacional y con trascendencia internacional", apunta igualmente. 

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