Unidos por el tiempo
encuentro en el observatorio de marina
Relojeros de toda España se dan cita en el Observatorio para celebrar su asamblea anual
La Isla es la capital de España en lo que al tiempo se refiere. El lugar desde el que se marca la hora oficial. Ayer lo recordaba el capitán de navío Teodoro López Moratalla, director del Real Observatorio de la Armada. Por eso no puede haber mejor sitio que San Fernando -y especialmente su Observatorio- para comenzar una reunión en la que participan más de un centenar de relojeros venidos de toda España. Así lo hizo la ANPRE, la Asociación Nacional de Profesionales Relojeros Reparadores, que inició ayer en este escenario único -y rodeada de piezas históricas- su quinta asamblea nacional, que hoy continuará en Jerez, en el Museo de los Relojes.
Los relojeros visitaron el Observatorio, donde precisamente se acaba de construir un nuevo laboratorio de hora que hace unas semanas inauguró el Rey, asistieron a lo largo de la jornada a varias ponencias, entre ellas una de sobre la hora y el Observatorio de Marina, que corrió a cargo del capitán de navío Francisco Javier Galindo, subdirector del centro y hasta hace unos meses responsable de su sección de hora. Y sobre todo disfrutaron enormemente con la colección única que se atesora en el Observatorio de Marina, donde siempre -desde el primer día- la preocupación por el tiempo ha estado muy presente dada la necesidad de calcular la longitud en el mar, "que llegó a ser un problema de Estado que tardó siglo y medio en resolverse", como recordó el director de estas instalaciones. Se trataba de proporcionar a los barcos la hora más precisa y fiable que fuera posible para facilitar que pudieran calcular su posición en la mar. Ahí comienza esta estrecha relación que el Observatorio de San Fernando ha tenido siempre con el tiempo y que llega hasta hoy, aunque en la actualidad la medición de un segundo no sea ya una cuestión de relojes y cronómetros sino un fenómeno físico.
También el presidente de ANPRE, Manel Alabart, aludió en la jornada inicial de esta asamblea nacional de relojeros reparadores a esa relación histórica con el tiempo que une a la asociación con el Observatorio de Marina y a ese denominador común -la precisión y el trabajo minucioso- que ambos comparten.
Aunque la estrella de la jornada fue el cronómetro de Losada que el Observatorio tiene en sus manos desde 1859, una pieza única de valor incalculable que ha sido sometida a una importante restauración que le ha devuelto su esplendor original. Ayer se aprovechó este encuentro de relojeros de toda España para dar a conocer el resultado de la intervención, que ha estado a cargo de José María Galisteo Acedo, precisamente uno de los socios de ANPRE que reside en la localidad de Jerez.
El cronómetro de Losada -conocido por haber donado gratuitamente al Ayuntamiento de Madrid el reloj de la Puerta del Sol- es una de las piezas más importantes de la colección de instrumentos que el Observatorio ha ido acumulando a lo largo de su historia. Losada, desde el taller que abrió en Regen Steet tras huir por motivos políticos a Londres, se convirtió a mediados del siglo XIX en el relojero de la Marina, al que se le encargaron diversos cronómetros marinos.
La pieza restaurada , no obstante, es "un reloj único en todo el mundo", como ayer se insistió en poner de manifiesto. Se trata de un cronómetro astronómico de observatorio de mesa. Su restaurador, José María Galisteo, afirma que se ha conseguido devolver a su estado original, "tal y como era cuando lo hizo Losada". "Prácticamente es como si se hubiese parido de nuevo, porque francamente estaba muy mal, presentaba serios daños", explicó ayer al mostrar a la prensa la pieza. De hecho, de este reloj no ha habido mecanismo que se haya dejado sin tocar con estos trabajos de restauración que han acumulado hasta 200 horas. "No se ha quedado ni un solo milímetro sin tocar", advirtió el relojero jerezado.
La alcaldesa isleña, Patricia Cavada, arropó también estas jornadas de la ANRE que ayer recalaron en la ciudad de San Fernando para subrayar la relación única de la ciudad con el Observatorio y también el potencial de la ciudad -y de toda la provincia- que convocatorias como ésta ponían de manifiesto.
No hay comentarios