Las obras volverán a la playa de Camposoto en poco tiempo. La Junta de Andalucía ha dado luz verde al modificado de proyecto que permitirá solventar los errores cometidos en la construcción del paseo peatonal, que además –por un fallo en el diseño de las vigas– impidieron su apertura y uso durante el pasado verano, como estaba previsto inicialmente.

El importe de esta reparación asciende a 1.225.360 euros, con lo que la actuación –una pasarela de madera que discurre por el caño de la playa a lo largo de 1,7 kilómetros de longitud– rozará finalmente los cinco millones de euros. El proyecto se financia a través de los fondos ITI (Iniciativa Territorial Integrado)y, a su vez, forma parte de la remodelación de los accesos de la playa que proyecta el Ayuntamiento de San Fernando desde principios del anterior mandato y que todavía está pendiente de concluirse.

La elevada cuantía del modificado que se necesita para acabar las obras –más de 1,2 millones de euros– requería de una tramitación administrativa previa que hasta ahora no se ha conseguido completar, según explicó a este periódico el delegado territorial de Medio Ambiente, Daniel Sánchez Román.

Las obras se quieren agilizar aunque no se sabe aún si podrán estar para el próximo verano

El modificado –es decir, la reparación de los errores cometidos durante la ejecución de las obras– tiene ya el visto bueno de la Intervención General de la Junta de Andalucía y de la viceconsejera de Medio Ambiente. Así que hay luz verde para que la empresa Tragsa pueda retomar las obras. En los próximos días se celebrará una reunión de coordinación con el Ayuntamiento.

El principal problema que presenta la estructura del paseo que discurre por los accesos de la playa de Camposoto y que hasta ahora ha impedido su uso es que, debido a un error garrafal en el diseño de las vigas de apoyo que no fue detectado antes de comenzar las obras ni durante su ejecución, los pilotes no tienen la suficiente anchura para soportar el peso de las planchas de hormigón.

De no intervenirse nuevamente, la pasarela se vendría abajo al existir una insuficiente superficie de apoyo de las placas sobre las vigas. Por eso también, el paseo ha permanecido todo el verano vallado –aún lo sigue– a pesar de estar aparentemente terminada.

Los trabajos que se van a llevar a cabo ahora afectan necesariamente a todo el paseo en su longitud ya que hay que trabajar en todas las vigas de apoyo de la pasarela que se reparten a lo largo del caño que rodea la playa ampliando con perfiles metálicos su superficie de apoyo.

El plazo de ejecución de las obras que inicialmente se puso sobre la mesa es de doce meses, así que difícilmente puede pensarse que los trabajos estén a punto para la próxima temporada de verano.

La delegación territorial de Medio Ambiente pretende acortar estos tiempos y agilizar todo lo posible la marcha de las obra aunque prefiere no hablar de fechas concretas y se decanta por la prudencia. Sobre todo porque las obras que se van a llevar a cabo dependen mucho de las incidencias climatológicas que pudieran darse durante el invierno y la primavera que se avecinan.

Aunque a la playa hay que sumar también otras obras, que son las que corresponde ejecutar al Ayuntamiento: la reurbanización de los carriles de acceso a la playa. Se trata principalmente de trabajos de asfaltado de la calzada.

Eso sí, están adjudicados desde el pasado mes de marzo a la empresa Construcciones Garrucho por un importe total de 1.259.803 euros. No llegaron a ponerse en marcha antes de la temporada de verano porque interferían con las obras de la pasarela.

Ahora habrá que concretar también si ambas actuaciones pueden compaginarse para avanzar y terminar de una vez las obras de la playa.