Izquierda Unida (IU) ha presentado sugerencias y aportaciones al borrador de Ordenanza Municipal para una Movilidad Amable y Sostenible al considerar que "es un texto farragoso, complicado de leer y mucho menos de asimilar. Su vocabulario es bastante enrevesado y su gramática deja bastante que desear. Incluye muchos párrafos impropios de un texto normativo". La formación critica, además, que el gobierno de Cavada "ha abierto un periodo mínimo para que la ciudadanía de La Isla ni se pueda informar ni pueda participar".

"Está en la línea de Cavada: otro texto inaccesible, como hizo con el borrador de Reglamento de Participación Ciudadana", denuncia Gonzalo Alías, coordinador local de IU. Entre otras cuestiones lo considera "excesivamente amplio y pretencioso". Aunque pretender llegar hasta el último detalle no concreta en la situación viaria real de La Isla. "Resulta especialmente preocupante el poco espacio que la ordenanza dedica a todo lo relacionado con el funcionamiento de la calle Real y de sus calles adyacentes, su semipeatonalización o la circulación del tranvía metropolitano", pone de ejemplo.

Alías apunta a la falta de datos, estadísticas o gráficos que faciliten la lectura del texto, "porque la debe conocer y aplicar nuestra ciudadanía". "La debe conocer y aplicar quienes vienen desde otros municipios de forma habitual o eventual, sea por motivos de trabajo, compras, estudios, ocio, turismo o gestiones varias. Y más importante aún, la deben conocer y aplicar las personas que tengan a cargo su aplicación y control", expone.

IU propone un documento vivo, que recupere la participación de las asociaciones, que se centre en las necesidades y los problemas de los vecinos de La Isla. "¿Cuándo se ha reunido el gobierno local con la Mesa de Accesibilidad en todo lo que se refiere a las personas con discapacidad o movilidad reducida? ¿Por qué han borrado del texto la eliminación de las barreras arquitectónicas, diluyéndola en principios difusos en vez de en hechos concretos?", se pregunta el líder de IU.

Alias considera que, además de la Ordenanza, "el Ayuntamiento está obligado a redactar y difundir un documento legible, manejable y participativo, que impulse a la ciudadanía a conocerlo. Un documento que se pueda leer en una parada del autobús mientras se lo espera, en soportes publicitarios, en banners a través de sus redes y muchos otros medios".