El Ayuntamiento rescatará un ingenioso artilugio empleado por las fuerzas sutiles durante el asedio de la Guerra de la Independencia. A partir de los planos originales, realizados por Cristóbal Sánchez de la Campa, los alumnos de la escuela taller de actividades náuticas Trisla reconstruirán la máquina decimonónica, que se transformará en monumento y que se colocará en una de las rotondas del polígono industrial de Fadricas.

¿Y por qué en este lugar? Pues, precisamente, porque allí cerca -explicó el alcalde, Manuel de Bernardo- en los caños de la salina del Sagrado Corazón es donde este artilugio anfibio -que viene a ser un cañón sobre una especie de carrillo de mano que se auxilia también de cuatro barriles a modo de flotadores y que se escondía entre los caños y las salinas para sorprender a las tropas napoleónicas en el transcurso de las refriegas que encabezaban las denominadas fuerzas sutiles- fue probado antes de ponerse en acción.

Aunque habrá que esperar un mes y medio todavía para ver colocada la máquina-monumento -la iniciativa está al 70 por ciento de su ejecución- el Ayuntamiento presentó los bocetos en la jornada del pasado viernes en la Oficina del Bicentenario.

La maquina en cuestión tendrá tres metros de altura y pesará unos 200 kilos. En su ejecución trabajan ocho jóvenes alumnos de la escuela taller Trisla, todos ellos desempleados y menores de 25 años. "Todo se está haciendo desde la nada", explicó el coordinador de la escuela taller.

Por su parte, el alcalde matizó que el monumento pretende ser un homenaje al papel desarrollado por la familia Sánchez de la Campa en la Guerra de la Independencia y en la defensa del asedio francés así como a las fuerzas sutiles que defendieron la ciudad de la invasión napoleónica.